El Ing. Agr. Ítalo Malaquín, técnico del Instituto Plan Agropecuario, presentó un informe donde se muestra cómo las precipitaciones excepcionales del ejercicio agrícola 2023/2024, impulsadas por el fenómeno de El Niño, incrementaron en un 61% la disponibilidad de forraje en los sistemas ganaderos de Tacuarembó, en comparación con el año anterior, marcado por el fenómeno de La Niña. Este cambio climático, registrado principalmente entre noviembre y marzo, permitió mejorar significativamente la eficiencia productiva al proporcionar mayores tasas de crecimiento diario del pasto natural.
Los datos, obtenidos a través del seguimiento satelital y la Red Nacional de Información Ganadera (RING), revelan el impacto directo de las precipitaciones sobre la producción de pasto. En campos de basalto, la producción anual de materia seca pasó de 3.690 kilos por hectárea en 2022/2023 a 5.691 kilos en 2023/2024, lo que representa un aumento del 54%. Este incremento se concentró en los meses de mayor crecimiento diario, donde los campos llegaron a producir 2.001 kilos más de forraje por hectárea, un 71% de ellos entre diciembre y marzo.
En el año seco (La Niña), más del 74% de los ganaderos reportaron alturas de forraje menores a 5 cm, obligando a un uso intensivo de suplementos alimenticios y pasturas sembradas. En cambio, durante El Niño, más del 85% de los establecimientos lograron alturas de pasto superiores a 5 cm en verano y otoño, optimizando la alimentación natural y disminuyendo la necesidad de insumos adicionales.
Lluvias récord reducen costos y mejoran márgenes económicos
Las lluvias del ejercicio agrícola 2023/2024 permitieron a los sistemas ganaderos reducir los costos de producción del kilo de carne en un 42% respecto al año anterior. Este cambio fue posible gracias al incremento de la producción de forraje, que disminuyó significativamente la necesidad de suplementos alimenticios y áreas de pasturas sembradas, logrando que los costos pasaran de US$ 1,53 por kilogramo en 2022/2023 a US$ 0,89 en 2023/2024.
Durante los meses de mayor crecimiento forrajero, de diciembre a marzo, las unidades de pastoreo en campos de basalto lograron producir hasta 2.001 kilogramos más de materia seca por hectárea.
En los márgenes económicos, incluso en un contexto de precios más bajos para el vacuno y los ovinos, el menor nivel de los costos y la alta disponibilidad de forraje, permitieron a las empresas ganaderas aumentar sus ingresos de capital y mejorar su eficiencia productiva.
Rurales Titulares del día