Por Andrés Torterola
Existe preocupación en distintos barrios de la ciudad de Salto ante el anuncio realizado por la directora de Desarrollo Social, María Eugenia Taruselli, quien informó el cierre de los contenedores donde se entregaban viandas a personas en situación de vulnerabilidad. Así lo manifestó a CAMBIO Sandra Pintos, integrante de la Red de Mujeres de Salto, quien expresó que la medida ha generado inquietud entre los beneficiarios del servicio.
PREOCUPACIÓN
Según relató Pintos, Taruselli habría indicado que las personas pasarán a recibir los alimentos en los comedores, lo que despertó preocupación entre los usuarios, ya que muchos de ellos retiran las viandas no solo para sí mismos, sino también para familiares con discapacidad, adultos mayores o menores a su cargo. “En muchos casos, la persona que va a buscar la comida lo hace por todos los integrantes del hogar. Si debe concurrir al comedor, deberá ir sola, lo que deja sin alimento a quienes no pueden desplazarse”, señaló.
SIN CONSULTAR
Pintos agregó que se aproxima un verano con altas temperaturas, y que el cambio podría implicar un riesgo para la salud de quienes deben caminar varios kilómetros bajo el sol para acceder a la comida, especialmente aquellos que viven en asentamientos irregulares o en barrios alejados. “Estamos hablando de una población en situación de vulnerabilidad, para la cual una vianda representa muchas veces el almuerzo y la cena del día”, remarcó. Finalmente, Pintos subrayó la necesidad de encontrar una solución conjunta entre las autoridades y la comunidad, enfatizando que no se ha escuchado la voz de los verdaderos protagonistas.
RUTINA INDISPENSABLE
Los contenedores donde se realiza la distribución de viandas se encuentran ubicados en distintos puntos de la ciudad, específicamente en los barrios Andresito, Bernasconi, La Amarilla y Ayuí. En estos lugares, diariamente una importante cantidad de vecinos en situación de vulnerabilidad acude para retirar su ración de alimentos. En el barrio Andresito, por ejemplo, desde las siete de la mañana comienzan a formarse largas filas de personas que esperan bajo las condiciones climáticas del día, muchas veces soportando frío o calor intenso, con el objetivo de asegurar la comida para sus familias. Esta escena se repite también en los otros puntos de entrega, donde la asistencia se ha convertido en una rutina indispensable para numerosos hogares.
AFECTACIÓN
En el barrio Bernasconi funciona otro de los contenedores, mientras que en la zona de La Amarilla la distribución se realiza con el apoyo de dos camionetas de la Intendencia de Salto, que llegan al lugar para entregar las viandas. El cuarto punto de entrega está ubicado en el barrio Ayuí, donde también concurren familias de diferentes zonas cercanas. Según indicaron vecinos y referentes sociales, el cierre de estos contenedores afectaría directamente a cientos de personas que dependen de este sistema para acceder a su alimentación diaria
