viernes 21 de febrero, 2025
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Faltan 9 mil dólares para poder financiar la instalación del órgano de 2.500 tubos donado y traído desde Suiza

Sol

Por Andrés Torterola
En septiembre del año pasado, la comunidad salteña vivió momentos de gran emoción y júbilo al recibir la noticia de una donación histórica: la Parroquia de Lenzburg, en Suiza, había otorgado a la Catedral Basílica de Salto un majestuoso órgano. Con el paso del tiempo, se pudo confirmar que este instrumento no solo representaba un invaluable aporte al patrimonio musical y cultural de la ciudad, sino que, además, se trataba del órgano más grande jamás instalado en Uruguay. Este acontecimiento no solo enalteció el valor artístico y religioso del templo, sino que también fortaleció los lazos entre ambas comunidades, marcando un hito en la historia de la catedral.
INSTRUMENTO ÚNICO
Se trata de un instrumento con unos 2500 tubos, de casi 9 toneladas y que tiene 37 registros, en el mes de noviembre el director del proyecto de armado del órgano Mario D’Amico destacó la importancia de completar la obra y de recaudar los fondos necesarios, explicó que si un tercio de la población de Salto contribuyera con U$S 2 una vez al año, se podría completar el armado.
FALTAN RECURSOS
CAMBIO entrevistó al Padre José García para conocer de primera mano los avances en la instalación del órgano en la Catedral Basílica de Salto. El sacerdote informó que actualmente el instrumento se encuentra en la etapa de armado del mueble, un proceso clave para su correcta instalación y funcionamiento. No obstante, reconoció que aún se requieren recursos económicos para completar la obra, estimando que el monto necesario asciende a aproximadamente U$S 9.000. En este sentido, destacó que se han llevado a cabo diversos trámites administrativos y gestiones ante instituciones, empresarios y personas solidarias dispuestas a colaborar, con el objetivo de conseguir el apoyo financiero necesario.
FUTURAS GENERACIONES
El Padre García subrayó la importancia de este esfuerzo conjunto, señalando que la instalación de este órgano no solo enriquecerá la vida cultural de la comunidad, sino que también contribuirá al patrimonio artístico del país, ofreciendo un legado invaluable para las futuras generaciones. Con la firme determinación de continuar trabajando en las gestiones necesarias, quienes lideran este proyecto mantienen intacta la esperanza de concretar la instalación definitiva de este órgano, cuyas características son verdaderamente excepcionales y únicas en el país. Convencidos del impacto cultural, artístico y espiritual que este instrumento aportará a la comunidad, confían en que, con el apoyo de instituciones, empresarios y personas solidarias, se logrará reunir los fondos restantes para completar esta ambiciosa iniciativa. Más allá de los desafíos económicos, el entusiasmo y el compromiso de los involucrados siguen siendo la clave para hacer realidad este sueño, que no solo enriquecerá la liturgia en la Catedral Basílica de Salto, sino que también posicionará a la ciudad como un referente musical a nivel nacional.