
Por Melisa Ferradini.
En el corazón de la comunidad salteña hay instituciones que, con el paso del tiempo, trascienden su función educativa y se convierten en pilares fundamentales en la formación de generaciones enteras. Tal es el caso del Jardín de Infantes Botón Tolón, un espacio que, con más de 30 años de trayectoria, ha sido testigo del crecimiento, la curiosidad y la ternura de miles de niños que dieron allí sus primeros pasos en el mundo del aprendizaje. Pero detrás de cada institución hay personas que con pasión, entrega y una profunda vocación, han hecho posible que esta historia se escriba con compromiso y amor. Una de esas figuras es su Directora, Lucía Roig, quien con una dedicación incansable ha sido parte esencial de la vida del jardín, dejando una huella imborrable en cada niño, en cada familia y en cada docente que ha pasado por sus aulas.
DESAFÍOS
En tiempos donde la educación inicial enfrenta múltiples desafíos, su labor cobra aún más valor. No se trata solo de enseñar letras y números, sino de brindar contención, de estimular la creatividad, de inculcar valores y de garantizar que cada niño que ingresa por las puertas de Botón Tolón lo haga con alegría, sintiéndose seguro y amado. En esta entrevista con CAMBIO, su Directora nos cuenta la historia, sus desafíos, sus sueños para el Jardín y su visión sobre el rol de la educación en la primera infancia. Porque más allá de los años y las experiencias, hay algo que nunca cambia: el amor por educar y la certeza de que, en cada niño que aprende y sonríe, hay una semilla de esperanza para el futuro.
TRES DÉCADAS
Durante más de tres décadas, el Jardín Botón Tolón ha sido un pilar en la comunidad, dejando una huella imborrable en la vida de cientos de niños y sus familias. Con 32 años de trayectoria, su Directora y una de sus educadoras más emblemáticas comparte su experiencia, su vocación y la importancia de inculcar valores en los más pequeños. Desde niña, sintió una profunda conexión con la educación infantil. “Siempre me gustaron los niños y la posibilidad de participar en su desarrollo y transformación. Me motivaba poder guiarlos, darles afecto y contención”, cuenta con emoción. Su labor ha sido mucho más que una profesión: ha sido una vocación construida con amor y compromiso.
LOS VALORES
En su día a día en el aula, los valores juegan un papel fundamental. “El respeto es clave. Los niños deben aprender a respetar a los demás, a sus pares y a los adultos, a los sentimientos y a los espacios de los demás”, relata. Además, destaca la importancia de la colaboración, la responsabilidad, la empatía y la honestidad, pilares esenciales en la formación de ciudadanos comprometidos con la sociedad. Estos valores no se enseñan solo con palabras, sino a través del ejemplo. “Los inculcamos siendo un modelo de lo que queremos que adopten, a través de conversaciones, cuentos, canciones y juegos. Es un proceso gradual y continuo que requiere paciencia y constancia”, enfatiza.
IMPACTO EN LA COMUNIDAD
El impacto del Jardín Botón Tolón en la comunidad es innegable. A lo largo de los años, generaciones enteras han pasado por sus aulas, llevando consigo recuerdos imborrables. “Me he encontrado con exalumnos que siguen recordando con cariño su paso por el jardín. Me emociona cuando me dicen que les gustaba venir y que vivieron experiencias inolvidables”, relata con orgullo. Si tuviera que describir el jardín en una sola palabra, elegiría “contención”. Más allá del aprendizaje académico, este espacio ha sido un refugio de afecto, crecimiento y felicidad para los niños.
AGRADECIMIENTO
A las familias que han depositado su confianza en el jardín a lo largo de los años, solo tiene palabras de agradecimiento. “Nos han dado muchas alegrías, nos han ayudado a crecer y mejorar. Siempre van a estar en mi corazón”, asegura. Y cuando le preguntan cómo le gustaría ser recordada, responde sin dudar: “Como una persona cariñosa, que supo contener y dar lo mejor de sí misma. Que sintió un profundo amor por los niños y tuvo la capacidad de conectar con ellos y comprender sus necesidades. Que siempre estuvo presente y comprometida con la educación infantil”. Con más de tres décadas de historia, el Jardín Botón Tolón sigue dejando huellas imborrables en la comunidad. Un lugar donde el amor por la infancia y la educación se convierten en un legado para toda la vida.