El 5 de noviembre de 2020, desde un prostíbulo ubicado en la ciudad de Artigas, se alertó a la policía sobre la presencia de un hombre de nacionalidad brasileña que portaba un arma de fuego. Ante la denuncia, un móvil policial fue enviado a patrullar la zona del barrio Rampla, donde se encuentra el prostíbulo. En el vehículo se desplazaban el cabo Martín García da Rosa y la agente Daniela Fernández. En determinado momento, los efectivos localizaron al sospechoso e intentaron detenerlo. Durante el procedimiento, el cabo García da Rosa se trabó en lucha con el hombre, instante en el cual se escuchó la detonación de un arma de fuego que lo hirió de muerte.
NO FUE EL ARMA CALIBRE 38
Minutos después, llegaron al lugar otros efectivos que lograron reducir y detener al ciudadano brasileño, identificado por las iniciales T.C.M.T. De inmediato se inició la investigación, apuntando inicialmente al detenido como el presunto autor del disparo. Sin embargo, cuando se iba a llevar a cabo la reconstrucción del hecho, esta fue suspendida debido a la negativa del imputado a concurrir. Fue entonces que los familiares del cabo García da Rosa dieron a conocer una versión diferente de lo ocurrido, abriendo nuevas líneas de investigación. En la oportunidad el Dr. Volpi le manifestó a CAMBIO que el ciudadano brasileño tenía un arma calibre 38 y que la bala que le quitó la vida al Cabo Martín García da Rosa podría ser de un arma Glock 9 milímetros.
NO FUI YO QUE LO MATÉ
Cuatro años y cinco meses después del hecho, CAMBIO se comunicó nuevamente con el Dr. Daniel Volpi, quien relató una reciente visita al COMCAR: “Concurrí a la Unidad 25, que se encuentra dentro del complejo y alberga a unos 30 reclusos, en su mayoría extranjeros. Fui a visitar a un cliente oriundo de la ciudad de Quaraí, Brasil”. Fue allí que el abogado expresó su sorpresa ya que se le apersonó el ciudadano T.C.M.T acusado de asesinar al cabo Martín García da Rosa. Según contó, el propio recluso se le acercó y le solicitó el contacto de los padres del policía asesinado. El Dr. Volpi, relató que el recluso manifestó su deseo de comunicarse con el padre de Martín García da Rosa para decirle que él no fue el autor del homicidio. Afirmó que no participó en la reconstrucción del hecho porque se encontraba amenazado, y que desde su ingreso a la cárcel ha sido objeto de constantes agresiones, incluyendo varias golpizas.
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