viernes 25 de abril, 2025
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Uruguay lidera en Latinoamérica la iniciativa global para reducir el metano ganadero

Sol

El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay se ha posicionado como un actor central en un esfuerzo internacional de gran escala para mitigar el cambio climático, al unirse a una iniciativa global que busca reducir las emisiones de metano en la producción de bovinos y ovinos, según se desprende de un reciente anuncio realizado por sus autoridades. Este ambicioso programa, que cuenta con el respaldo financiero del Bezos Earth Fund y el Global Methane Hub, involucra a más de 50 centros de investigación de más de 25 países y dispone de un presupuesto total de 27,4 millones de dólares. El objetivo primordial es identificar y expandir la ganadería climáticamente eficiente a nivel mundial, integrando la disminución de las emisiones de metano como un criterio fundamental en la mejora genética del ganado.
En este contexto de colaboración global denominado Global Methane Genetics, el INIA asumirá un rol de liderazgo en un proyecto enfocado en bovinos de carne en la región de Latinoamérica, trabajando conjuntamente con Brasil, Argentina y México.
Paralelamente, INIA participará como socio clave en otra iniciativa centrada en ovinos, liderada por Australia y en la que también intervendrán Irlanda, Nueva Zelanda y el Reino Unido. Ambos proyectos tendrán una duración de hasta cinco años.
La participación del INIA en el proyecto de ganadería bovina implica el registro y estudio de aproximadamente 7.000 animales, de los cuales 2.000 serán de la raza Hereford en Uruguay.
El beneficio principal para los cabañeros y productores comerciales uruguayos será la disponibilidad de indicadores genéticos, específicamente la diferencia esperada de progenie (DEP) vinculada a las emisiones de metano. Esta herramienta permitirá seleccionar aquellos animales que presenten una menor emisión de este gas de efecto invernadero.
Cabe destacar que el instituto uruguayo cuenta con una década de trabajo previo en colaboración con la Sociedad de Criadores de Hereford, enfocándose en el consumo y la eficiencia de conversión de alimentos en la Central de Pruebas de Kiyú.
En los últimos años, gracias a proyectos financiados por el propio INIA, se incorporaron los registros de emisiones de metano, sentando las bases para el desarrollo de una población de referencia para esta característica. Esta labor ha permitido construir una plataforma público-privada que conecta la Central de Pruebas de Kiyú con otros rodeos, facilitando la generación de datos de emisiones de metano en condiciones tanto de pastoreo como de confinamiento.
En lo referente al proyecto de ovinos, el INIA se erige como la única contraparte de un país en desarrollo. Esta iniciativa abarca las razas Corriedale, Merino Australiano, Merino Dohne y Texel, con la meta de medir las emisiones de al menos 16.600 animales en un lapso de cuatro años, de los cuales 3.000 pertenecerán a la majada nacional.
Gracias a diversos proyectos locales e internacionales financiados por el INIA (RUMIAR, GENERA, SMARTER, GrassToGas y Sustain Sheep), se ha desarrollado una plataforma de registros en INIA La Magnolia desde 2018, donde se evalúan el consumo, la eficiencia de conversión de alimento y las emisiones de metano. Además, durante los últimos tres años, se han registrado animales de los núcleos del instituto y de cabañas comerciales, en colaboración con las sociedades de criadores de las diferentes razas.
Un avance significativo en este ámbito es la publicación, el año pasado, de la evaluación genómica de la raza Merino Australiano por parte del INIA y el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), la cual incluye la evaluación de consumo de alimento, eficiencia de conversión y emisiones de metano, entre otras características. Tanto el SUL como las sociedades de criadores de cada raza serán socios locales fundamentales para el desarrollo de este proyecto.
El doctor Miguel Sierra, presidente del INIA, enfatizó el compromiso de la institución con la promoción de una producción ganadera más eficiente y sostenible, resaltando el papel clave de la investigación y el desarrollo en genética para alcanzar este objetivo.
Subrayó que la participación en esta iniciativa internacional fortalece los esfuerzos del INIA para reducir las emisiones de metano en ovinos y bovinos, combinando ciencia de vanguardia con un profundo conocimiento de los sistemas pastoriles uruguayos.
El doctor Andy Jarvis, director del Futuro de los Alimentos del Bezos Earth Fund, destacó que la reducción del metano del ganado representa una de las soluciones más prometedoras para frenar el cambio climático, y que esta colaboración apoya la identificación y promoción de ganado con bajas emisiones naturales a través de prácticas de selección tradicionales, asegurando beneficios climáticos para las futuras generaciones.
Desde el INIA se resaltó que esta iniciativa se enfoca en la reducción de las emisiones de metano en equilibrio con la productividad, con el fin de integrarlo en los planes de mejora genética existentes. La elección de la genética como herramienta central, área en la que Uruguay tiene una contribución importante a nivel regional e internacional, demuestra una visión a largo plazo y de mejora continua.
Se estima que, con el tiempo, este enfoque podría reducir las emisiones de metano del ganado de los países involucrados entre un 1,0 % y un 2,0 % cada año, lo que podría significar una reducción acumulada del 30 % en las próximas dos décadas, sin necesidad de modificar dietas, infraestructura o productividad.
A nivel nacional, esta iniciativa permitirá desarrollar y fortalecer las evaluaciones genéticas, robustecer las plataformas de registros unificando protocolos a nivel internacional, así como metodologías para la evaluación genética, y expandir la mejora a otras poblaciones no registradas mediante la inclusión de información molecular (genómica), entre otros beneficios esperados.