
Luego de más de cuatro años hablando del programa de erradicación de la mosca de la bichera en el país, el cambio de gobierno también trajo consigo una serie de incertidumbres sobre el futuro de la campaña. En principió las gremiales agropecuarias han transmitido la decisión al gobierno de turno de suspender los gastos del programa, hasta tanto se tenga certezas sobre la compatibilidad de la mosca producida en ISCAMEN en Mendoza.
En el último congreso de la Federación Rural, en San José, la gremial decidió suspender los gastos del proyecto hasta contar con resultados concretos de dos pruebas clave previstas para la próxima primavera, según lo confirmó el Dr. Adolfo Casaretto.
«La Federación tomó posición», afirmó Casaretto, explicando que el proveedor panameño de moscas estériles, Copeg, notificó que no podía cumplir con los contratos debido a fracasos en campañas similares en Centroamérica y Estados Unidos. Ante esta situación, se buscó un nuevo proveedor, pero hasta el momento no se tienen los resultados técnicos de la viabilidad del uso de este material producido en Mendoza, Argentina. «Solicitamos que el Ministerio se haga cargo de dos pruebas: una de compatibilidad genética de las nuevas moscas y otra de siembra piloto. Solo con esos resultados decidiremos si seguimos con el programa o no», sostuvo.
La segunda resolución adoptada por la Federación fue detener los gastos administrativos generados por la Comisión de Gobernanza del proyecto. «Los costos ejecutados hasta el momento ascienden a cerca de 800 mil dólares, lo que representa aproximadamente el 10% del presupuesto total previsto», detalló Casaretto, quien aclaró que el financiamiento proviene de un fideicomiso constituido con fondos privados del sector productor, originalmente destinados a enfermedades prevalentes.
«La decisión de redireccionar esos fondos se tomó por unanimidad en su momento, cuando todo estaba alineado: la provisión de moscas, la confiabilidad del proveedor y la voluntad del sector y del Estado», recordó. A pesar del parate, Casaretto enfatizó que la Federación no renuncia a la importancia del programa: «Reafirmamos lo fundamental que es este tema para la producción ganadera del país, sobre todo en el norte y para los sistemas ovinos».
Consultado sobre la posibilidad de replantear el rumbo del proyecto, el dirigente indicó que no hay modificaciones en estudio. «Dentro de la Federación hubo posturas que planteaban suspender totalmente la campaña, pero la posición mayoritaria fue la que le comenté», puntualizó. En cuanto al futuro del financiamiento, Casaretto manifestó su expectativa de que se incorporen otras fuentes: «Ojalá haya aportes adicionales y que el Estado también pueda colaborar en la ejecución de una futura campaña».
Por último, advirtió que el impacto de la erradicación de la bichera no se limita al ovino: «Sin duda cambiaría decisivamente la producción ganadera en este país. El no tener la mosca significaría un antes y un después para todos los sistemas productivos», concluyó.