martes 26 de noviembre, 2024
  • 8 am

¡Duele Venezuela!

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Luego del acto eleccionario realizado en Venezuela, donde se han dado todas las evidencias necesarias para afirmar que su resultado anunciado por el Centro Electoral Nacional, es fruto de un burdo e inaceptable fraude, no puede caber duda de clase alguna que en ese país se ha confirmado la existencia de una dictadura que encabeza Nicolás Maduro.
En verdad, el Maduro y un grupo de políticos venales y corruptos, escudados en la fuerza del poder militar que está al servicio del régimen, del apoyo financiero de empresarios que también están a su servicio, y con el apoyo internacional declarado de Rusia y China, hacen y deshacen a su antojo y paladar en el gobierno de ese país, sin respetar norma alguna, salvo las que, creadas por ellos mismos, pretenden justificar la legitimidad de su accionar.
Lo ocurrido ha repercutido en Uruguay, y ha descolocado a la izquierda vernácula, que, con actitudes y argumentos ridículos, le ha costado ingentes sacrificios verbales y escritos, para reconocer que el gobierno venezolano es una simple y vulgar dictadura.
Hay que recordar que una democracia, está basada en el principio de libertad e igualdad; respeto y protección de los derechos individuales, considerar a la persona individual, como el principal objetivo de su felicidad y bienestar, reafirmar el respeto del principio de separación de los poderes del gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial); elecciones libres cada período de gobierno (generalmente 4, 5 o 6 años), con la presencia en condición de rigurosa igualdad, de derechos y obligaciones de todos los partidos políticos, cualquiera sea su ideología (pluralismo político); sufragio universal sin ninguna exclusión colectiva; estricta existencia de garantías para la protección de todos esos derechos y obligaciones y respeto de las normas internacionales , aceptadas por cada Estado conforme a sus normas internas.
La Venezuela cuya presidencia detenta el Sr. Maduro, no cumple con ninguno de esos principios, y no lo hace desde que Hugo Chávez comenzó esta escalada dictatorial, fundando el hoy Partido Socialista Unido de Venezuela. Entonces no tiene lógica ni razonamiento elemental, que la izquierda uruguaya, a través de varios de sus voceros más notorios, se haya negado a reconocer que el gobierno actual de Venezuela es, sin clase alguna de dudas, una dictadura. La reciente parodia de elección en Venezuela, sacudió profundamente al mundo entero, y por supuesto a la izquierda uruguaya, que, en forma casi inmediata, trató de “acomodar el cuerpo” a una realidad que les explotó en la cara, originándose un debate interno entre diferentes posicionamientos.
Por obsecuencia ideológica, en forma inmediata, el Partido Comunista del Uruguay dio su apoyo al acto eleccionario y negó la posibilidad de fraude, y lo mismo hizo el MLN Tupamaros. Hace mucho tiempo, que el Cr. Danilo Astori, reconoció expresamente que el gobierno venezolano era una dictadura, y Mujica recordó que él, ya había afirmado lo mismo. Pero además, dijo, junto a los senadores Daniel Caggiani y Alejandro Sánchez (este último Jefe de Campaña de YamandúOrsi), que no tenían nada que ver con el comunicado del MLN Tupamaros. Orsi por su parte, con esa actitud indefinida que tiene por costumbre, se animó a calificar a la elección como “sospechosa”. Ni chicha ni limonada. La incoherencia campea en filas frentistas.
En cambio, en el gobierno la decisión es clara. La Cámara de Senadores realizó una sesión extraordinaria, y con los votos del Partido Nacional, Partido Colorado y Cabildo Abierto, declaró que consideraba un fraude electoral dicha elección, que confirma la ilegitimidad de su gobierno, tanto por origen como por sus prácticas antidemocráticas, señalando que repudiaba los intentos de legitimar dicho fraude, con complicidad, por parte de dirigentes y sectores políticos en nuestro país, en alusión a expresiones de un dirigente del Partido Comunista del Uruguay.
El senador Mahía, aclaró que como la información que llega desde Venezuela es demasiado “fluctuante”, es posible que el Frente Amplio “rediscuta” en las próximas horas su posicionamiento.
El gobierno uruguayo ya decidió, diciendo que el fraude existió, y entonces reconoció como el ganador, al opositor Edmundo González Urrutia, exigiendo al gobierno de Maduro que exhiba las actas de las mesas electorales, actitud ésta que ha sido compartida por varios países americanos, por la Unión Europea y hasta por el Centro Carter. El presidente Lula, de Brasil, reclamó lo mismo. Pero el Frente Amplio sigue en su incoherencia. Su socio sindical, el Pit-Cnt, no se ha pronunciado. No es cuestión de ofender al “compañero” Maduro.