Por Lautaro Rocha.
CAMBIO conversó con Héctor Alejandro Torrens, emblema e histórico capitán de Nacional FC, quien fue campeón como jugador de su club en 2010 y desde 2024 dirige técnicamente al mismo (anteriormente tuvo otra etapa como entrenador entre 2017 y 2019). Desde su retorno al banco del conjunto del Cerro, Torrens sumó tres títulos a su palmarés: la divisional “B” de la Copa Nacional de Clubes, la Copa Amateur AUF-OFI 2025 (ante el campeón de la “D” de AUF) y el reciente campeonato acumulado 2025.
¿Cómo se dio tu retorno a Nacional?
“Mi retorno se da por iniciativa de los dirigentes del club. Después de la eliminación de Nacional en los playoffs del salteño 2023, los jóvenes dirigentes que hoy tiene la institución decidieron poner manos a la obra y al otro día ya empezar a armar el Nacional 2024” “Hablaron conmigo, me manifestaron sus ganas de que estuviera en el proyecto, y así empezó la nueva historia de nuestro cuerpo técnico con Nacional. Después las cosas salieron bien, porque terminamos el año con un título que el club no tenía (Copa Nacional de Clubes “B”) y peleamos el salteño hasta el final, haciendo 12/15 puntos en la liguilla que finalmente ganó Universitario”.
¿Cuesta administrar un vestuario con tantos nombres fuertes?
“Te diría que no. Hablamos mucho y tratamos de mantener siempre en el lugar justo el ego del jugador, pero no más que eso”.
“Yo siempre digo que nadie es más importante que todos juntos. Ese es un lema que tenemos para explicar la fortaleza del grupo, pero que también se demuestra en la realidad, porque a lo largo del año, y sobre todo en los partidos claves, las victorias no se debieron solo a los once que iniciaban los partidos y generaban el desgaste rival, sino que también llegaban con goles desde el banco”. “Un caso específico es el de Nico Arbiza, quien en la mayoría de los partidos entró a jugar 30 o 40 minutos y es nuestro goleador. Después tenemos también varios jugadores con 4 o 5 goles, lo cual es muy importante, porque siempre es saludable que el goleo de un equipo no dependa de un único futbolista. Otra cosa a destacar es el sentido de pertenencia del plantel, exhibido por ejemplo ante Salto Nuevo, cuando, en plena pelea por el acumulado, terminamos el partido con siete jugadores formados en el club”.
¿Es especial para vos dirigir a Nacional?
“Sin dudas. Nacional es mi casa, y el hecho de estar tan identificado con el club es un extra, que se puede manifestar de forma positiva o negativa.
A veces es complicado, sobre todo en momentos como alguno que nos tocó vivir este año, donde, como mencioné anteriormente, hubo alguna incertidumbre. Claro que esta vez no me pasó, pero sí ha jugado en mi cabeza el pensamiento de “estoy en Nacional, pero no a cualquier precio, y si siento que no le estoy haciendo bien, voy a dar un paso al costado”.
“Esa situación me pasó en algún momento, especialmente en mi primera etapa como entrenador, donde además estaba teniendo un problema personal, y se me juntaron un montón de cosas que me llevaron a tomar la decisión de dar un paso al costado. De todas formas, creo que en líneas generales es un plus ser de Nacional, porque sé el respeto y el cariño que me tienen ahí, más allá de que eso también incluye la responsabilidad de no mezclar sentimientos y de poder diferenciar cosas que solamente sabemos los que somos hinchas”.
Saliste campeón como jugador y como DT en Nacional. ¿Desde qué lugar se disfruta más?
“Sinceramente, desde el lugar de hincha. En el 2010 salí campeón después de un largo camino, porque yo empecé a jugar en Nacional en 1990, y logré salir campeón recién 20 años después, con un montón de campeonatos y algunas injusticias en el medio”. “Sin embargo, de corazón el que más disfruté fue el campeonato del 2015, donde tuvimos semanas complicadas en la previa a la definición, a la cual llegamos con un equipo diezmado, teniendo que apostar a muchos gurises del club para alcanzar el campeonato en la última fecha, cosa que finalmente logramos. “Está claro que disfruto siempre cuando Nacional gana, porque no lo hago solo yo, sino que también disfrutan mi mujer, mis hijos y mi entorno, que es mayormente de Nacional. Pero lo que más disfruté hasta ahora fue el campeonato de 2015”.
¿Cómo evalúas el cambio del club en los últimos años?
“Es algo que a mí me reconforta, porque muchos clubes tienen rachas en las cuales suben o bajan según campeonatos, y Nacional tiene un proyecto a largo plazo que trasciende eso”.
“El club actualmente cuenta con dirigentes jóvenes, que son emprendedores y siempre están en movimiento, buscando sponsors o apoyos donde capaz no se cree posible, y ellos lo consiguen. También tenemos referentes que están siempre, ya sea para hablar, dar un consejo, mostrar apoyo o lo que se necesite en cada momento”.
“La idea de juveniles también es muy buena y sabemos que tenemos un sostén ahí. Muchos de ellos trabajan con nosotros, e incluso esta temporada, en la última fecha, enfrentamos a Sud América con un equipo de tres mayores y ocho juveniles, los cuales estuvieron a la altura en un partido difícil ante un rival que se jugaba mucho”. “Todas estas son cosas que me hacen sentir orgulloso de ser de Nacional, porque a Nacional lo hace grande su gente”.
¿Alejandro tiene apoyo, dentro y fuera de la cancha?
“Además de dirigentes y referentes, está el preparador físico Hernán Vallejo, los ayudantes Ángel Pereira y Mario Cólman, el entrenador de arqueros Luciano La Rosa, el kinesiólogo Fabricio Machado, el fisioterapeuta Ignacio Batista, el delegado Daniel Irabuena y los utileros José Gali y Julio Costa.
Después también hay personas que siempre están con nosotros y son muy importantes, como el doctor Severo, a la orden para cualquier emergencia, o los colaboradores Giancarlo y Silvia, quienes siempre nos ayudan con el tema de las comidas y demás. A su vez, yo tengo también mi propio apoyo en mi madre, mis hermanos, mis hijos Evelyn, Luis y Francesca, mi nieta Pilar, mi compañera actual Marcela y sus hijas Sol, Delfina y Lucila”.
“Todas personas que me acompañan día a día junto a Stella, la mamá de mis hijos mayores, quien falleció hace 6 años, pero sé que desde algún lugar sigue acompañándonos”.