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¿Diálogo social, para qué?

Dr. Fulvio Gutiérrez
La pasada semana, el gobierno concretó la convocatoria que había anunciado en su programa de gobierno, para realizar cambios en el sistema de previsión social aprobado por el gobierno anterior. Esos cambios serían analizados por el Comité Ejecutivo de la Comisión Sectorial de Protección y Seguridad Social, que tiene como finalidad, la instalación formal del denominado Diálogo Social, que se reunirá a partir del presente mes de julio. Dicha Comisión fue creada por Decreto del Poder Ejecutivo Nº 86/025, del 25/03/2025, dentro de la órbita de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Tendrá como objetivo general analizar, diseñar, proponer y coordinar políticas públicas en materia de protección y seguridad social. A tales efectos, se hizo una convocatoria abierta a todos los actores políticos, sociales y técnicos del país, impulsada con el objetivo de promover el diálogo democrático y la construcción colectiva. Se conformó entonces una comisión con veintidós integrantes.
La respuesta de los partidos Nacional, Colorado, Independiente e Identidad Soberana, fue una clara negativa, recibiendo solo el apoyo de Cabildo Abierto. Las razones para no participar de semejante colectivo, fueron de forma y de fondo. En primer lugar, porque en el gobierno que presidió el Dr. Luis Lacalle Pou, el tema fue suficientemente debatido durante nada menos que tres años, con la participación de todos los sectores vinculados al tema, incluso por el FA, quien, en definitiva, luego se retiró de las conversaciones. Ello dio origen a un proyecto de ley que luego de aprobado. Es la Ley No. 20.130 de 2/5/023, actualmente vigente. En segundo lugar, porque cuando el Pit-Cnt formalizó la reforma del art. 67 de la Constitución, para de esa manera derogar en forma indirecta, las previsiones de aquella ley, no obtuvo el apoyo de la ciudadanía, con lo cual, en definitiva, la ley fue confirmada y ratificada en su plena vigencia. Es decir, el tema está laudado. En tercer lugar, porque la distribución de los integrantes de dicha comisión, va en desmedro de los protagonistas políticos, ya que hay seis integrantes del gobierno, tres integrantes del FA, ocho integrantes de los partidos políticos con representación parlamentaria, y ocho de las organizaciones sociales, entre ellas el PitCnt, los pasivos y las cámaras.
Es decir, la izquierda tiene amplia mayoría, a lo que se suman las “organizaciones sociales” que obviamente son de izquierda, por lo menos en su mayoría, más allá de que no se conoce cuál fue el criterio para su elección. No sé si quienes pergeñaron esto son burros o actúan de mala fe. Olas dos cosas. ¿Cómo van a establecer un sistema en el cual los partidos políticos que no favorables al gobierno están en minoría absoluta frente a los delegados del gobierno, del partido de gobierno y de las organizaciones sociales, que, sin duda, también son de izquierda? Se argumentó que en esa comisión no hay que votar. No importa, porque sí habrá una conclusión que tendrá una abrumadora mayoría de apoyo, y así se hará saber públicamente por los propios delegados del gobierno y sus incondicionales socios ideológicos.
¿Cómo se puede establecer un sistema fascista, en el cual los partidos políticos, que son la esencia de nuestra democracia, queden a merced de intereses corporativos? En democracia, el instrumento válido son los partidos políticos. Y nadie más. Evidentemente se le fue la mano al gobierno, porque quienes son demócratas, participar de semejante engendro es inaceptable. Es más, le estoy sintiendo un olor a populismo a esta medida. Y eso sí que no lo acepto ni tolero, porque puede ser el comienzo de un ataque permanente a la democracia.
El fundamento de Manini Ríos para apoyar la participación de Cabildo Abierto, es absurdo. Dijo que no van a votar ningún cambio a la normativa que está vigente y fue ratificada por el pueblo. ¿Entonces, para qué va? Porque está claro que lo que el gobierno quiere, es precisamente, cambiar lo que ya se votó.
En fin, el denominado diálogo social, no tiene sentido, porque ese tema ya se laudó dos veces, por el Parlamento y por el pueblo. Si el gobierno o el FA quieren hacer cambios al sistema de previsión social, pues entonces que se presenten en la vía legislativa.