En el departamento de Salto existe un problema que todo viajante ha experimentado al menos una vez: variaciones grandes en los precios pese a distancias iguales o parecidas. Ese es apenas el síntoma más visible de una crisis profunda en el sector de transportes urbanos, donde la falta de control y regularización ha generado un escenario prácticamente caótico. Este 11 de noviembre, la Intendencia de Salto intenta dar un primer paso concreto para comenzar a ordenar esta situación con la certificación de relojes de taxímetros por parte del Latu (Laboratorio Tecnológico del Uruguay). Alberto Subí, director de Movilidad Urbana de la Intendencia, explicó a CAMBIO que esta iniciativa representa el comienzo de un proceso a largo plazo.
LOS 5 EJES DEL PROBLEMA
En su diagnóstico, Subí identificó una compleja trama de actores que conforman el actual desorden. El primero es el taxi que se define como legal porque sus operadores pagan BPS, Banco de Seguros y otros aportes obligatorios. Sin embargo, incluso dentro de esta categoría existe irregularidad: algunos de estos taxistas poseen vehículos adicionales no declarados, lo que cuestiona la legalidad absoluta de sus operaciones.
TAXI TRUCHO
Un segundo actor es el denominado “taxi trucho”: operadores informales de los que hay aproximadamente 300 circulando por las calles salteñas. Subí mencionó que más de la mitad desearía regularizarse, lo que sugiere que muchos de estos taxistas informales ven con buenos ojos el convertirse en medios de transporte legales. Esto abre una puerta para potenciales soluciones que permitan su formalización.
EL BUEN VECINO
El tercer grupo está constituido por lo que Subí llama "el buen vecino": ciudadanos que los fines de semana salen de sus hogares con sus automóviles particulares para realizar viajes por dinero, sin poseer BPS, cobertura de seguros, ni cumplir ninguna formalidad legal. Esto genera un riesgo enorme para los pasajeros, ya que en caso de accidente nadie responde por los daños. Estos vehículos ni siquiera están registrados para esta actividad comercial, constituyendo un riesgo vial silencioso.
UBER
Existe además un cuarto actor: quienes ofrecen servicios bajo la modalidad Uber. Aunque formalmente no existe una regulación Uber en Salto —que requiere mínimo 125.000 habitantes— hay entre 15 y 20 vehículos organizados a través de grupos de WhatsApp que se comercializan bajo este nombre, generando confusión entre usuarios que creen estar usando la plataforma global cuando están contratando servicios ilegales.
TAXIS DE CONCORDIA
Finalmente, dentro del sector legal existe un problema específico: algunos taxistas poseen relojes que no son de fabricación nacional. Se trata de equipos argentinos o traídos desde Concordia que tienen un valor del 25 por ciento de lo que debería costar un taxímetro nacional homologado. Esta rebaja de precios es atractiva para los operadores pero genera graves distorsiones en el mercado y falsifica los costos reales del servicio.