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Jueves 11 de Diciembre, 2025 68 vistas

Ante el dramático desgaste que genera el Alzheimer el grupo de autoayuda en Salto ofrece apoyo y contención

El Grupo Alzheimer de Salto vuelve a poner en el centro del debate público la devastadora realidad de esta enfermedad neurodegenerativa, haciendo un enérgico llamado a la sociedad, la familia y, crucialmente, al apoyo de quienes asumen el rol de cuidadores 24 horas. Karina Cuña, integrante del grupo, describió la enfermedad de Alzheimer no solo como un padecimiento sin cura, largo y costoso, sino como una tragedia íntima y profunda para la familia. «El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que no tiene cura. 
NECESIDAD DE CUIDAR AL CUIDADOR 
Karina Cuña, quien compartió su propia experiencia personal de haber convivido con tres familiares con Alzheimer durante 20 años, destacó la importancia vital de proteger la salud mental y física del cuidador. «Siempre nos dijeron que hay que cuidar al cuidador. Porque ¿qué pasa si el cuidador se enferma? Hay que estar 24 horas con un enfermo... es desgastante,» alertó. El Grupo Alzheimer de Salto promueve una regla de oro: el cuidador debe tener su tiempo.
- Respiro diario: «El cuidador tiene que tener su tiempo, aunque sea una hora o dos horas todos los días, respirar otro aire, salir de ese encierro.»
- Volver con ánimo: Estas pausas, aunque cortas, permiten al cuidador «volver con otro ánimo, con otras ganas para tratar al enfermo.»
Si bien se subraya la necesidad de la ayuda profesional, Cuña argumentó que el acompañamiento psicológico al cuidador es tan esencial como el tratamiento médico al paciente, dado que el familiar es quien convive y conoce la realidad de las 24 horas.
DERECHOS UNIVERSALES
En el marco del Día de los Derechos Universales (10 de diciembre), el grupo de Salto organizó una actividad gratuita en Casa de Gobierno para sensibilizar sobre la dignidad y los derechos de las personas mayores y enfermas.
PACIENCIA Y ACEPTACIÓN 
La integrante del Grupo Alzheimer de Salto cerró la conversación con una reflexión profunda sobre la paciencia y la aceptación: «No cuesta nada repetirle lo que te pregunta... No cuesta nada. Hay que tener paciencia.» Recordó que, así como de niños pedíamos que nos contaran el mismo cuento mil veces, ahora nos toca a nosotros tener la paciencia de repetirlo. El mensaje del grupo es claro y contundente:
- Aceptar la enfermedad: es el primer y más difícil paso.
- Paciencia y cariño: tratar al enfermo con la misma gentileza y afecto que se tenía cuando estaba sano.
- No es de gusto: entender que el enfermo no actúa por voluntad propia.
- Buscar ayuda: rodearse de profesionales y grupos de apoyo para cuidadores y familiares, como el Grupo Alzheimer de Salto.