Lo que debía ser una medida de ordenamiento de tránsito por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) se ha convertido en una zona franca de la desobediencia vial y, para muchos, en el colmo del absurdo en el departamento de Salto. La polémica se centra en el by pass de Ruta 3, específicamente a la altura de La Gaviota. Allí, el MTOP instaló señalización para prohibir el giro hacia el norte por la avenida Carlos Reyles.
EL PUNTO EN CUESTIÓN
La avenida Carlos Reyles es la vía de acceso primordial y directa a la zona este de la ciudad lo que asegura un flujo constante de vehículos que, reglamentariamente, deberían buscar otra vía lejana para continuar su marcha. Además es el acceso principal a la estación de servicio AXION. El punto es que absolutamente nadie lo respeta. La prohibición, indicada mediante un cartel, es sistemáticamente ignorada por la inmensa mayoría de los conductores que, sin inmutarse, realizan la maniobra prohibida a la vista de todos.
DUALIDAD DE CRITERIO
El sinsentido de la medida se agrava al compararla con una situación idéntica que ocurre tan solo unos kilómetros más adelante. En la avenida Pascual Harriague, la arteria de ingreso principal al centro de barrio Artigas, la dinámica es completamente opuesta: Libre acceso: Los vehículos que transitan por Ruta 3, tanto los que vienen del este como del oeste, tienen permitido ingresar indistintamente al barrio Artigas por Pascual Harriague. La disparidad genera preguntas: si en un punto de similar configuración se permite el acceso libre, ¿Cuál es la lógica técnica o de seguridad que sustenta la prohibición de giro en Carlos Reyles, una medida que, además, ha demostrado ser ineficaz por la falta de respeto de los conductores? La situación evidencia la necesidad de una revisión urgente de la normativa o, en su defecto, una mayor presencia de control, dado que la prohibición, tal como está, solo ha logrado poner en jaque la credibilidad de la señalización vial.
