El rematador Pablo Teixeira no llegó a dar el golpe de martillo al mediodía del martes, cuando estaba prevista la subasta del buque Amambay, dispuesta por orden de acreedores de Salto. No se presentaron interesados en la compra de la embarcación, ni para su reactivación ni para desguace. El Amambay permanece amarrado en uno de los muelles del puerto de la Administración Nacional de Puertos (ANP) en Nueva Palmira desde el año 2013. En 2022 fue puesto por primera vez a remate judicial sin éxito, y este martes 16 de diciembre la historia volvió a repetirse. El buque, diseñado para el transporte de granos, continúa inamovible en aguas del río Uruguay.
¿QUÉ SUCEDERÁ AHORA?
En caso de que el acreedor desista de promover una nueva subasta —procedimiento que le implica costos— la ANP podría iniciar una demanda por abandono e intentar rematarlo como chatarra, procedimiento que lleva años. El buque representa un inconveniente porque ocupa espacio dentro del recinto portuario.
LA HISTORIA DEL BUQUE
El Amambay, destinado al transporte de granos y otras mercaderías entre Salto y Nueva Palmira, fue puesto a punto en 2007, aunque el proyecto no alcanzó el éxito esperado. En 2013, mientras transportaba una carga de trigo, encalló en un banco de arena a la altura de Paysandú. Posteriormente, y gracias a la crecida del río Uruguay, pudo ser trasladado hasta el puerto de la ANP en Nueva Palmira, donde permanece amarrado.