Diario Cambio hablo con Cecilia Verocai, jugadora del rugby femenino Vaimaca y entrenadora del plantel superior. Con una gran carrera a nivel nacional, integrante con éxito en planteles de Teritas, contó sobre su vida en el mundo del deporte de la ovalada.
– ¿Qué preparación se hace mientras se lleva el párate del Campeonato?
– Primero contarte que como club nosotros el Campeonato dentro de este año lo arrancamos con la pretemporada a inicios de febrero. Fue de las mejores preparaciones que hemos hecho; por la cantidad de gente en todas las categorías, porque alineamos el plan físico adecuándolo a cada categoría, desde juveniles al femenino y superior también. Y justo cuando llega ésto de la pandemia nosotros estábamos a una semana de empezar. Se podría decir que fue en el punto más alto del entrenamiento. Entonces se hace realmente difícil mantener el nivel, si bien seguimos con entrenamientos lo intentamos adaptar para cumplirlo en la casa. Constan de hacer ejercicios que se pueden hacer en cualquier espacio, otros que sí necesitan más desplazamientos que no todos los contamos como la parte aeróbica se pueden hacer en caminadores o por clases que estamos dando desde el club en vivo todos los días. Es difícil llegar al umbral de entrenamiento que se llegó en la pretemporada. Cuando se retome el campeonato todos vamos a tener que hacer una preparación nuevamente, intentar no quedarnos quietos y cumplir con la iniciativa de cuidarnos todos en nuestras casas.
– ¿Cómo se inicio en el mundo del rugby?
– Más que nada fue un emprendimiento familiar, empezamos desde la nada y terminamos en todo. Mi hermano cuando se recibió de profesor de Educación Física y se vino de nuevo a Salto con la iniciativa de armar un equipo de rugby masculino. Estuvo un año el equipo, después al año próximo se le ocurrió hacer femenino y la verdad yo no tenía idea de que se trataba. Ya había rugby femenino acá y poco a poco fuimos formando el club y como familia nunca nos alejamos del mismo. Estamos todos, desde algunos que somos jugadores, otros que ayudan en la parte del tercer tiempo. La verdad es que hicimos un club del que no nos queremos alejar más.
– ¿Qué es lo que más disfruta de este deporte?
– Es muy difícil nombrar solo una cosa especifica, cuando el deporte para mi lo es todo. Hoy en día en mi vida me toca ser entrenada gracias a uno de mis hermanos, me toca también ser entrenadora de ellos o de amigos. Me toca entrenar con mis amigas, viajar, divertirme y conocer lugares.
– Hay una historia importante con las selecciones uruguayas.
– Me tocó formar parte de la Selección muchísimo tiempo. Si bien en la cancha te enfrentas y quieres hacer tu mejor papel, en el pitido final te abrazas con la compañera que la conociste ahí o la ves todos los años en algún Sudamericano o en algún lugar específico, no solo en la cancha. Eso es muy gratificante y entonces cada cosa que gira entorno al rugby lo disfruto hasta en mi casa al armar una rutina o en tener el desafío de que algún jugador tiene que mejorar.
– ¿Cómo fue integrar la Selección femenina?
– Mi primera actuación fue en el 2008 en un Sudamericano en Punta del Este. A partir de ahí estuve años ininterrumpidos hasta el 2016. La Selección te deja millones de enseñanzas, de las cuales uno después vuelca todo eso en el club para crecer. Conoces infinidades de lugares. Sin duda es una de las mejores cosas porque defiendes la camiseta de tu país, más que nada el Rugby femenino que acá aún no está desarrollado si lo comparamos con países cercanos. Así y todo hemos estado parejos contra países fuertes como Colombia, Brasil o Argentina. Igual se tiene que mejorar mucho todavía.
– ¿Se nota más interés por parte de la mujer en este deporte hoy en día?
– Sin duda el Rugby femenino está creciendo, potencialmente desde formar parte de los Juegos Olímpicos hasta en Mundiales o en Sevens. Acá en Sudamérica arrancó también con Rugby XV. Está creciendo mucho y lo único es que siempre va de la mano del desarrollo y evolución en cada país. Es un deporte que aún se frena acá, más allá desde las políticas del rugby es un deporte que tiene muchos mitos y muchas veces está mal visto porque creen que es agresivo, lo cual no es así, sino que cuesta entender que es un deporte de contacto en el cual entrenas para ser el mejor jugador y tiene una filosofía y lealtad que pocos lo tienen. Muchas veces es difícil luchar en contra de esos pensamientos pero lo bueno es que cuando el o la deportista se acerca y ve lo que es, ve si realmente le gusta o no. Es característico. Las mujeres rugbiers siempre están ayudando en alguna categoría y aportan mucho. Pero falta todavía mayor difusión.
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