De acuerdo a la legislación vigente en el país, una vez detectados animales positivos a enfermedades prevalentes, existe un plazo corto de tiempo (30 días) para él envió a faena, sin embargo ha venido sucediendo que esto no se ha venido cumpliendo en tiempo y forma y el año pasado se llegó a estar con más de 2.000 animales enfermos de tuberculosis en los campos sin faenar, hasta que se realizó una faena sanitaria en el frigorífico La Caballada, que retomaba actividades luego de una larga pausa por problemas con el mercado chino.
La situación actual no es diferente a la ocurrida anteriormente, de acuerdo a lo planteado en la conferencia de prensa por los cien días de gestión por parte del Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) Ing. Agr. Carlos María Uriarte, existen más de 3.000 animales positivos esperando para ser sacrificados como se establece por ley.
El jerarca indicó que se ha trabajado en varias reuniones con representantes de los dos gremios de los trabajadores, con las gremiales representantes de la industria y de los gremios de productores para encontrar una solución rápida al tema puntual de la faena de estos animales y organizar un mecanismo que permita cumplir con lo establecido en la Ley.
«En estos 100 días hubo un trabajo muy arduo de los técnicos de campo en el sangrado de los animales, con una identificación de más de 3.000 animales positivos que hoy están en el campo y deben ser faenados a la brevedad. Esa es la preocupación que nos hicieran llegar las gremiales lecheras y que para atenderlos lo que hicimos fue una convocatoria a todos los actores para juntos encontrarle una solución» dijo Uriarte en la conferencia.
De acuerdo con el ministro se utilizará, como en las dos últimas oportunidades, los recursos del seguro de enfermedades prevalentes para financiar la faena y luego se devolverá dicho importe «del fondo de indemnización, que se conoce como Ley de Aftosa» dijo Uriarte.
A futuro
Es claro que si la permanencia de animales positivos a tuberculosis y brucelosis en los predios presenta un riesgo para la salud de los trabajadores y productores, también lo significa para los funcionarios de la industria cárnica, que en primer lugar son quienes plantean las principales interrogantes, pero además la industria reclama que el recupero de la faena no permite cubrir los costos operativos.
En este sentido Uriarte mencionó que se continúa trabajando en «encontrar mecanismos que nos permitan ser más rápidos y que se vuelva a hacer, como en un momento se hizo en el pasado, que en algunas plantas que estaban habilitadas se dejaba la última hora del día o un día a la semana para hacer estas faenas sanitarias».
También mencionó, al igual que el Ing. Ignacio Buffa, que se ha trabajado con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para reducir los costos de la faena, En este sentido «se ha tramitado y está a punto de lograrse reducir los costos de los aportes a INAC y de los aportes que se realizan a la DGI de esto que se llama faena sanitaria». De acuerdo a Uriarte el lograr esta reducción significaría 100 dólares menos por animal.
Rurales