jueves 25 de abril, 2024
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Brigada solidaria del SUNCA entregó casa a familia afectada por incendio en La Esperanza

Una jefa de hogar con cinco hijos, perdió su casa recientemente debido a un desafortunado incendio. Este no era el único infortunio en su vida, recientemente había terminado una relación extremadamente violenta con una persona con problemas de consumo de estupefacientes y se había quedado sin trabajo, trabajaba arrancando arándanos. Comprobando que Salto es un departamento solidario llegaron los integrantes de la brigada solidaria Agustín Pedroza del Sindicato Único de la Construcción y Afines (SUNCA) y le dieron una mano para reconstruir su casa.
UNA GRAN SATISFACCIÓN
CAMBIO diálogo con uno de los integrantes del sindicato, Marcelo Chucarro: “Nosotros somos un grupo de compañeros que pertenecemos al movimiento sindical desde el Sindicato de la Construcción y a su vez a una corriente sindical, estamos militando día a día y entendemos que el camino de las brigadas solidarias van por el área social. Entonces esta obra de la brigada en particular la plateó un compañero por el mes de marzo en el plenario del PIT-CNT. Una mujer a la que se le había incendiado la casa, de ahí decidimos echarle mano a una madre soltera de cinco hijos, jefa de hogar que había quedado en la calle. En conjunto con el SUNCA trabajamos para resolver la situación. La brigada solidaria la trabajamos así, cualquier persona que tenga carencia de vivienda o mano de obra de alguna índole, la plantea a algún compañero del sindicato, este la eleva y se analiza en la brigada para tratar de resolver la urgencia social o de una persona en sí.
Cuando se presentó esta propuesta no necesitó ni evaluación, estamos hablando de cinco chiquilines y una madre que estaban en la calle prácticamente y estaban viviendo donde un vecino le había dado para vivir”.
TESTIMONIO
Rosa Correa relató su sentir tras recibir las llaves de su casa nueva: “El 31 de marzo mi casa precaria de costaneros sufrió un incendio, mi nena fue a prender la garrafa que se ve estaba floja y la llama tomó toda la cocina. Lo primero que hice fue sacar a mis niñas para afuera, mientras veía que se prendía todo fuego, los vecinos nos ayudaron. En un segundo cambió todo, una de mis hijas se quemó parte de la pierna, mi otra hija se descompuso, se desmayó, nos fuimos a emergencia. Mi hermana se quedó con mi nene y mis gemelas y la más grande que se había quemado. Fue algo muy feo, prefiero que se me caiga todo el mundo pero que ninguna de mis hijas salga lastimada. Fue algo horrible que no le deseo a nadie. La reconstrucción fue con ayuda de la brigada solidaria, la escuela 2 y el liceo 5 que aportaron. No me imaginaba este gran cambio. Los de la brigada Agustín Pedrozo trabajaron mucho a pesar que han robado herramientas o roto lo hecho. Ahora que veo el lugar donde van a estar mis hijos es una alegría enorme, para nosotros es una bendición, un cambio a la felicidad. Que más quiere una familia que una casa que no se te llueva donde dormir cómodo porque antes teníamos poco espacio y cada vez que venía una tormenta teníamos miedo, ahora tenemos esta casa segura. Ver la cara de mis hijos me llena de felicidad, estoy re agradecida”.