miércoles 4 de diciembre, 2024
  • 8 am

Como un faro la libertad

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por Gustavo Varela
Este miércoles pasado, después de mucho tiempo sin conferencias de prensa, el Presidente de la República, se dirigió a la ciudadanía toda, en virtud de los problemas acarreados por el agravamiento de las condiciones sanitarias, con relación a la pandemia que asola al mundo entero.
A nadie le escapa, que luego de un inicio de pandemia cuasi controlada que se venía dando en nuestro país, las condiciones se descontrolaron, y hoy estamos atravesando un momento de alerta máxima.
Nos sentíamos bien, se le había perdido el miedo a la enfermedad, aflojamos los controles, es decir, no hicimos caso a las recomendaciones que nos hacían quienes saben del tema, y entramos en niveles de contagio, que nos obliga a recomenzar la tarea de cuidados como los que se registraban desde marzo.-
Digámoslo claramente.- Estamos muy mal en relación de meses atrás, pero seguimos estando despegados del resto de muchos países, incluso de aquellos llamados “desarrollados”.
El gobierno, sigue apelando al concepto inequívoco de la “libertad responsable” y desde mi punto de vista, para nada se equivoca.
Nada garantiza, que las prohibiciones como algunos profetizaban (y claman), condujera a la gente a buen destino, si no somos nosotros mismos los que llevamos a cabo la tarea.-Alcanza con dos medidas muy sencillas, para volver a los niveles de meses atrás.
Tapabocas y distanciamiento, logran que volvamos a comprar el tiempo suficiente para llegar a la vacunación de un porcentaje de la población que garantice la “inmunidad del rebaño” como le dicen los entendidos, y con eso estamos garantizando calidad de vida para el colectivo.
Hay muchos que claman para que el gobierno establezca una cuarentena obligatoria. Son los mismos que clamaban cuando se aconsejaba el “quédate en casa” que la gente saliera de sus encierros.- Entre ellos, las jerarquías máximas de la Intendencia de Salto que azuzan desde las redes sociales al miedo por parte de la población. No creen en la responsabilidad individual, en cambio sueñan con la libertad vigilada, que los convierta en decisores de la suerte de la gente.
Hay que seguir haciendo el esfuerzo, pues la responsabilidad de cada uno de nosotros condiciona el bien común.
Al país lo sacamos entre todos, con el esfuerzo de todos, sin miedos, con la convicción de que estamos cerca del principio del fin, sabiendo que tenemos una nación que es la admiración de muchos en el mundo, con una condición, teniendo a la libertad individual, como un faro que marca el rumbo, pues es la única manera de hacer sentir a la gente, protagonista de su futuro.
Como dice las estrofas de nuestro himno.
¡Sabremos cumplir!