viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Advierten que uruguayos pagan 50 millones de dólares de impuestos al año a gobiernos de Argentina y Brasil

Por Andrés Torterola.
El Contador Atilio Amoza técnico del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) dijo a CAMBIO que el contrabando a pequeña y mediana escala está profundamente arraigado en las economías y culturas de muchas localidades de nuestro país. Comprender más integralmente el fenómeno y abordarlo en su globalidad es una deuda histórica de las políticas públicas. El término “bagayero” es usado frecuentemente para describir a los vendedores ilegales, generalmente ambulantes, de mercaderías provenientes del contrabando. Se trata de una figura particularmente presente en los departamentos fronterizos, donde las fronteras permeables y las diferencias de precios con Brasil y Argentina, les permite no tener ganancias de la importación irregular de bienes que venden en ferias y negocios informales.
SE HA TOLERADO ESTE MICRO CONTRABANDO
Los “bagayeros” no fueron en general vistos como protagonistas de una actividad ilegítima, sino que se lo entendió como un fenómeno social vinculado a la frontera. Circunstancialmente se ejerce un mayor control de dicha actividad, pero sin capacidad, y/o voluntad real de restringirla en su verdadera dimensión. De esta forma, los “bagayeros” representan una gran parte de los comerciantes y trabajadores de estos departamentos.
30 AÑOS DEL BAGASHOPPING
A pesar de la ausencia de datos precisos sobre estos comerciantes informales, su influencia en la actividad económica de los departamentos de frontera es relevante. Existen casos significativos como el del Paso de Compras (“bagashopping”) de Salto, núcleo de locales de ventas de bienes cuyo abastecimiento proviene mayormente a través de dicho comercio inter-fronterizo informal. Este centro existe hace casi treinta años y se ha transformado en un verdadero centro comercial de la ciudad, contando con más de cuatrocientos comercios establecidos. Algunas estimaciones sugieren que unas cuatro mil personas trabajan en los mismos, esto es, cerca del 8% de las personas ocupadas de todo el departamento. Por tanto, subyace la relevancia de encarar estos desafíos de política pública de forma holística. Si bien existe legislación que penaliza la actividad ilegal del contrabando, se observa que en las zonas fronterizas existe una tolerancia de hecho por parte del Estado. Esporádicamente se realizan operativos de control con el objetivo de incautar mercadería ilegal. Amoza dijo que el contrabando es una fuente de trabajo informal para muchas personas y permite que lleguen a fin de mes por los productos más baratos. Se pudo estimar en ese estudio que los uruguayos pagamos 50 millones de dólares de impuestos al año a los gobiernos de Argentina y Brasil, porque hay una creencia que los bagayeros no pagan impuestos, pero éste cuando compra la mercadería lo hace como consumidor final, ahí está incluido el IVA de los países vecinos.