De acuerdo al anuario de la Oficina de programación y políticas agropecuarias (Opypa), durante el 2021 el consumo de alimentos concentrados para la producción creció un 15% respecto al año previo y tras situarse en 2,66 millones de toneladas se convirtió en un nuevo récord de consumo.
El análisis de la demanda agregada de concentrados por trienio muestra un aumento de 22% en el trienio 2019-2021 respecto al 2016-2018, consecuencia de la fuerte intensificación de la producción de carne vacuna observada durante dicho periodo, y en menor medida de la producción lechera, así como del aumento de la producción avícola (carne de ave y huevos).
En la cadena cárnica es la de mayor participación de la demanda total de concentrados, alcanzando el 45% en el periodo 2019-2021. En este período habría demandado casi 1,1 millones de toneladas de concentrados, lo que implicaría un aumento de 42% respecto al período anterior.
Este relevante aumento del consumo en la ganadería de carne está basado en el incremento del número de animales terminados a corral9 y de la suplementación de animales en pastoreo como complemento del campo natural durante los periodos de menor producción de forraje, como el invernal. Los factores que seguramente más contribuyeron al aumento del consumo de concentrados fueron la muy favorable relación de precios relativos para la producción de carne vacuna, particularmente durante el segundo semestre de 2021, y la caída en la disponibilidad de forraje originada por dos sequías consecutivas ocurridas en el periodo primavera-verano del trienio 2019-2021.
Como consecuencia del aumento del uso de concentrados en la producción de carne vacuna, se incrementó la cantidad de animales faenadas con menor edad y al mismo tiempo, con mayores pesos de faena, de acuerdo con la información de INAC reportada en el articulo sobre la cadena cárnica en la presente edición del Anuario OPYPA. Cabe destacar el aumento de 18% en la cantidad de animales que salieron de corrales de engorde a faena en la zafra 2021/22, lo que respondería a los altos precios de la carne durante gran parte de dicha zafra.
En el caso de la lechería, durante el periodo 2019-2021 el consumo se habría incrementado un 7% respecto al periodo anterior, recuperando el nivel de consumo observado durante el periodo 2013-2015. No obstante, en 2019-2021 la participación relativa sería menor, pasando de 33% a 29%, debido al aumento de la participación de la cadena cárnica en el total demandado.
La avicultura, muestra una situación similar a la lechería en el sentido de que aumenta el consumo en un 9% y cae la participación relativa respecto al periodo anterior, de 21% a 19%. Cabe destacar que el nivel de consumo de 447 mil toneladas en el periodo 2019-2021 sería el más alto de la serie y está sustentado por el aumento de la producción de carne de ave en 5% (INAC, 2022) y de huevos, estimado en 17% (DIEA, 2021)
El procesamiento de granos para la elaboración de etanol -principalmente sorgo – por parte de ALUR viene incrementándose en los últimos años. En el periodo 2019-2021 el procesamiento de granos fue 123.000 toneladas, lo que representa un aumento de 48% respecto al periodo anterior. La participación en la demanda total de concentrados pasó de 4% en el periodo anterior a 5% en el último analizado.
En cuanto a la producción de carne de cerdo, es la que presenta la menor participación relativa en el consumo aparente, observándose una retracción de 10% en el periodo 2019- 2021, que continúa la tendencia decreciente durante todo el periodo analizado (2007-2021) debido a la menor producción nacional de carne de cerdo. La participación cae de 3% a 2%.
Por último, según el informe, ha crecido la participación de la producción nacional en el abastecimiento de la demanda de concentrados, pasando de 65% en 2016-2018 a 71% en 2019-2021. Esto se debe fundamentalmente al aumento registrado en la producción de maíz, que pasó de 422.000 toneladas en el periodo 2016-2018 a 783.000 toneladas en el último trienio.
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