viernes 26 de abril, 2024
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Cierre de fábrica de pastas secas en Salto preocupa aún más la compleja realidad comercial

Por Carlos Arredondo
La fábrica de pastas Heco opera en Salto desde el año 1968. Es un emprendimiento familiar, siempre de la familia Compá, que en el año 1982 incursionó en la elaboración de fideos secos. La marca se ha ganado un nombre no solo por la calidad de sus productos -Pastas frescas, secas y hojaldres – sino por su presencia. Desde hace varios años se la puede encontrar en todas las góndolas de comercios del departamento y hoy por hoy se la puede considerar una marca emblemática en Salto.
PREFIEREN EL SILENCIO
La historia y el destaque de pastas Heco, viene debido a que en las últimas horas se conoció la triste noticia sobre el cierre de la fábrica de pastas secas -no así la fábrica de pastas frescas -. El cierre implica la pérdida de 7 puestos laborales de las personas que allí desempeñaban tareas. Ninguno de los integrantes de la familia Compá quiso hablar con CAMBIO para explicar cuáles fueron las razones que los llevaron a tomar semejante decisión. Fuentes cercanas a la familia coincidieron en expresar que la actual situación económica que vive el departamento, que genera que miles de salteños crucen a la ciudad de Concordia diariamente, en busca de productos de la canasta básica – y otros no tan básicos – , fue el detonante para semejante decisión. A raíz de esto CAMBIO intentó, sin éxito, dialogar con algún integrante del Centro Comercial e Industrial de Salto, a los efectos de realizar una puesta a punto sobre la situación general del comercio local.
CIERRE DE MÁS EMPRESAS
Solo un par de comerciantes que prefirieron no ser identificados, explicaron que actualmente la situación es “muy complicada” y solo basta salir a la calle para verificarlo. Para ellos esta realidad se debe a que “no hay plata en la vuelta, es bien sencillo”, sentenciaron. Nuestros interlocutores auguraron que esta situación “no se detendrá” y explicaron: “basta con ir al puente y ver las colas de tres o cuatro horas y ahí está todo el dinero que se está yendo”. Si bien desde el levantamiento de la emergencia sanitaria que mantuvo el cruce en el puente Salto Grande interrumpido, economistas, empresarios, comerciantes, técnicos y no técnicos pronostican que de no tomarse medidas serias que realmente atiendan el problema, el resentimiento que se produciría en la economía local sería tan grande que el cierre de empresas y comercios, con su consecuente perdidas de fuentes de trabajo, sería inminente.
UNA REALIDAD ANTE LOS OJOS
Ayer, nuestros interlocutores, insistieron en esa línea de pensamiento: “Es lamentable como van a caer empresas acá”, dijeron “Y bueno hay que tomar algunas medidas. El gobierno ha hecho algo pero muy poco. Estamos esperando a ver si ahora se reactiva el tema de políticas de fronteras”, dijeron. Pareciera que aquellos lejanos pronósticos de cierres de empresas y comercios comienzan a hacerse realidad, mientras el otrora combativo Centro Comercial salteño ni siquiera se lo encuentra para que realice un diagnóstico de la situación y el Gobierno parece empecinado en brindar “soluciones” que por vanas e insustanciales, nada solucionan. Las medidas no llegan y desde los Centros Comerciales del litoral no se ha reclamado por medidas que apunten a una solución concreta. Muchos comerciantes piden el “cero kilo y cero litro”, como la única forma de lograr parar el contrabando.