sábado 27 de abril, 2024
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Elena Merazzi Benelli: Exalumna del Colegio María Auxiliadora recuerda parte de la historia de la institución en sus 100 años

Por Melisa Ferradini
Nació el 2 de marzo de 1932. En pleno centro de nuestra ciudad en una casa ubicada en calle Uruguay 1058 al lado de la Oficina de Turismo. Hija de Jacinto Merazzi y de Blanca Benelli. Tiene 4 hermanos. Tiene recuerdos de su niñez que lo vive con una profundidad especial. Luego de ciertas circunstancias de su vida se fue a vivir con su abuela Elena quien la crió hasta los 11 años.
Se trasladó a vivir a una chacra ubicada actualmente en Avenida Rodó. En esos tiempos era una zona de chacras de las familias, Bottaro, Castagno y recién comenzaba a surgir la ciudad.
En la Parroquia del Carmen fue catequista y ministra de la esperanza. Trabajó a nivel diocesano de la iglesia en la Pastoral Bíblica y Educativa y se encargaba de visitar los colegios católicos del litoral Salto, Artigas, Paysandú y Río Negro.
El sábado 18 de marzo será oradora en el encendido de luces y presentación de la restauración de la imagen de la Virgen María Auxiliadora que está en el patio del colegio en el marco de la celebración por los 100 años de la institución en Salto. En esta entrevista con CAMBIO, Elena nos cuenta su vida en el colegio y su pasión por la Virgen Auxiliadora.
SU VIDA EN EL COLEGIO
En otro momento de su vida se traslada a una casa ubicada al lado del Colegio Mª. Auxiliadora y ahí comienza con 5 años la preparatoria.
Desde su casa se asomaba y veía a las hermanas que estaban ahí y se sintió atraída por ellas. Corría a la hora que salían las alumnas para encontrarme con ellas y hablar. “Me decían mira Elenita te estamos esperando. Tiraba una pelota por el muro con la excusa de ingresar al Colegio”, cuenta. La hermana directora se llamaba Inés y al final de la primaria fue la hermana Ana. Éramos solo mujeres y en nuestro salón era de pocas alumnas. Teníamos todo el día clases.
En 1er. año aprendíamos costura y de tarde clase y en 2do. año era al revés. Eran las mismas maestras y pasaba sucesivamente en los otros años”. Cuenta Elena que los recreos eran siempre bien festivos. Jugábamos a la prisionera y la mancha y compartíamos la merienda que llevábamos cada una. Todos los días al llegar saludamos con los buenos días y luego rezábamos. Al principio no conocíamos la vida de la Virgen Mª Auxiliadora pero llegando a 5to y a 6to comenzamos a conocer y también la vida de Don Bosco y de Madre María Mazzarello”, sostuvo.
EL SUEÑO DE DON BOSCO
Don Bosco siempre soñaba y cuando lo hacía era para predecir una obra. Un día sonó que se encontraba en una plaza y un grupo de niñas que estaban jugando cuando lo ven corren a donde estaba él y le dicen: “Don Bosco, Don Bosco queremos un colegio como el de los varones”, en el momento que las niñas lo pedían aparece la virgen, vestida de blanco, luminosa y le dice: Cuida de ellas porque son mis hijas.
Ahí Don Bosco comenzó la obra. Habló con muchas personas para poder llegar a concretar lo que había soñado y al pedido de la virgen. Un día se le ocurrió a Don Bosco ir con sus pupilos varones ir a la ciudad de Mornese, una aldea de Italia. Le cuenta al párroco Don Cagliero el sueño que había tenido y le dice que tenía un grupo de muchachas que se reunían después de la misa con los niños y quién las dirige se llama María Mazzarello. Don Bosco hablo con ella y le propuso lo que él estaba realizando con los varones que ella lo hiciera con las niñas y aceptó. Así nacen las Hijas de María Auxiliadora.
“Todos los caminos me
conducían a María Auxiliadora”
Después que egresó siempre estuvo unida al colegio. A los 20 años quiso aprender corte y confección y volvió. La profesora era la hermana Petrona.
Un día la hermana Mercedes la invita a participar del oratorio festivo.
“Los domingo iban niñas de las escuelas públicas que se preparaban para la comunión, ahí nació mi vocación de catequista y tenía 5 niños a mi cargo y les enseñanza a rezar. Al tiempo le consultaron sino quería ser religiosa, tenía 22 años. Fue un momento donde tuve que tomar la decisión fue un tiempo de pensarlo pero todos los caminos me conducía hasta ahí”. Yo siempre quise tener hijos, pero la vida me llevó por otros caminos. De igual forma tengo una hija del corazón que es Alejandrita a la que adoro. (Hace referencia a la Dra. Alejandra Spinelli, también exalumna de María Auxiliadora).

LA IMAGEN A LA AUXILIADORA
Se vivió con mucha algarabía la idea de crear un lugar en el patio del colegio donde estuviera su imagen. “Ahí comenzaron los preparativos. En donde la vamos a ubicar. Mirando para que lugar que posición tenía que tener, etc. La imagen llegó desde Italia. Primero fue colocar la piedra fundamental. Se comenzó a hacer el pozo, a la hora del recreo se vivían momentos de emoción como iba a quedar. Las hermanas nos propusieron escribir cartas a la Virgen, colocarlas en una botella y dejarlas ahí con la piedra fundamental que en la actualidad están todavía ahí abajo. Fue un día de felicidad cuando la colocaron y muchos aplausos avivando a la virgen”, dijo.