Por Cecilia Eguiluz
En estos últimos años y quizá agudizado por la pandemia, he percibido una preocupación creciente sobre los problemas relacionados a la Salud Mental, lo cual me ha llevado a detenerme a analizar con especial mirada este tema y entender que ninguna familia esta ajena. El intercambio con muchas personas diferentes me hizo ver también que son muchas las familias que atraviesan esta problemática, percibiendo que existe un interés sentido en este tema de difícil abordaje.
Nuestro país, en el año 2017, aprobó la Ley 19.529 denominada Ley de Salud Mental, que es de orden público, en cuya discusión tuve la oportunidad de participar, pero es evidente que la Salud mental reviste tal complejidad que está lejos de solucionarse con una norma. Si bien debemos reconocer que los avances legislativos en materias sensibles, como esta, son importantes y valederos, es necesario asignar recursos, cumplir programas y cubrir todo el país para asistir realmente a quienes la padecen y a sus familias.
El desarrollo de políticas públicas en este sentido deben tener en cuenta la voluntad de las partes, el interés social, una perspectiva desde los derechos humanos y contemplar especialmente de los usuarios de los servicios de salud mental en el marco del Sistema Nacional Integrado de Salud. También es imprescindible que se enmarque en los objetivos de gestión del Ministerio de Salud Pública y que se asignen recursos humanos y financieros.
En este sentido es trascendental saber que la Ministra Karina Rando, sucesora del Ministerio Salinas ha puesto dentro de sus objetivos al tema Salud Mental. Esta noticia nos alienta ya que permanentemente en las reuniones nos hemos encontrado con problemas reales de dificultades en la asistencia, falta de contención y sobre todo la incertidumbre de muchas familias al momento de encontrarse con familiares en esta situación.
A su vez, y ligado a este tema, durante estos últimos meses hemos mantenido un relacionamiento directo con la Dra. Lorena Quintana quien dirige el programa nacional de Salud, Adolescencia y Juventud del MSP, así como el programa “Familias Fuertes” y con quién además hemos podido abordar temas como el suicidio sobre todo en la población adolescente y juvenil.
Junto a varios amigos cabildantes nos preguntamos ¿qué podemos hacer nosotros?, es en este sentido que hemos creado un área de trabajo dentro de nuestra agrupación para poder hacer un aporte en estas temáticas tan difíciles de abordar y donde mucha gente se encuentra con la incertidumbre de no saber ¿a dónde ir? y ¿qué hacer?. Si bien no somos expertos en la materia, ni pretendemos serlo, estamos creando un área de trabajo para prepararnos ya sea en la detección, por ejemplo, nos ha parecido novedoso el proyecto “guardianes”, como también en las etapas de contención y concientización. Sabemos que estos temas sensibles y difíciles de abordar no son políticos, pero vemos imprescindible generar un espacio para ayudar y sumar a personas que también quieran colaborar en este sentido para lo cual por supuesto deberemos capacitarnos todos. Es por este motivo que hacemos la convocatoria abierta a quienes quieran sumarse y desde ya los invitamos a la primera reunión que vamos a realizar el viernes 28 de abril a la hora 19 en nuestra sede de calle Brasil 1950. ¡La Salud Mental es un problema de todos! Los esperamos.
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