viernes 22 de noviembre, 2024
  • 8 am

Doña Chola

Padre Martín Ponce de León
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Padre Martín Ponce de León

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Por el Padre Martín Ponce De León
A este artículo debería ponerle el nombre que usted quisiera puesto que casi todos nos hemos encontrado con personas que se nos vuelven un ejemplo por su forma de vivir la vida. Yo le he puesto este pero usted es libre de modificarlo como lo desee.
Sucede que su nombre no importa como tampoco viene al caso el lugar donde vive. Son meros accidentes secundarios ante su postura de vida.
Sin duda ya se encuentra en la cumbre de su vida puesto que sus más de 90 años no me permiten pensar lo contrario y supongo su actitud no responde a otra cosa que a un largo aprendizaje que, ahora, se hace manifestación natural.
Pese a sus muchos años conserva una luz que le permite ser un ejemplo por demás sencillo y elocuente.
Los verdaderos ejemplos de vida no están rodeados de fenómenos extraordinarios sino que lo hacen con tanta naturalidad que están rodeados de sencillez.
Vive sola y se arregla para realizar todas las tareas de su casa. Esto no sería nada si no fuese porque posee serios problemas para desplazarse.
Por ello el “todas” adquiere una significación muy particular ya que no se limita a lo de entre sus paredes de la casa sino, también a todo lo que es referente a compras y deberes fuera de su casa.
Se traslada utilizando una suerte de andador- carrito puesto que le falta para ser carrito y le sobran las rueditas para ser andador. Se traslada utilizando ese artefacto que posee un estante y un asiento.
Asiento para cuando, en algún traslado, se cansa lo utiliza para descansar y recuperar fuerzas.
Estante para depositar las compras que realiza y que le resultan incómodas o pesadas para llevar colgadas de las manijas del carrito.
Cuando debe cruzar una avenida muy transitada y con semáforos sabe que debe comenzar a cruzar cuando la luz verde le autoriza por más que sepa que la luz no le permitirá llegar a la vereda contraria.
“Los conductores están viendo a una vieja cruzando la calle y entonces no arrancan sino que me dejan llegar hasta la otra vereda”
Suele transitar por la calle puesto que es más transitable que las veredas que suelen presentar más dificultades.
Como hay lugares donde le resulta imposible el acceso con su andador lleva un bastón para acceder a algún comercio y poder realizar las compras necesarias. Los escalones altos son un verdadero obstáculo para ella pero ha logrado encontrar la forma de que no se transformen en un impedimento.
Muy difícilmente acepta una ayuda para enfrentar algún obstáculo puesto que sostiene que dejarse ayudar no le haría bien puesto que debe continuar resolviendo las posibles dificultades y no hacerlo sería un primer paso para “venirse abajo”
Los sábados por la tarde, al igual que los domingos, se llega hasta un puesto de venta de tortas fritas. “Para dar una mano y sentirme útil haciendo algo”
Allí colabora en cobrar lo vendido o en alcanzar lo que se ha adquirido.
No acepta nada por su servicio y en unas contadas oportunidades aceptó alguna torta frita.
Es su oportunidad de demostrarse que continúa siendo útil dentro de sus posibilidades.
Sin duda es gratificante encontrar seres que, pese a sus limitaciones, no bajan los brazos sino que buscan la manera de no volverse una pesada carga para los demás.
Es gratificante poder encontrarse con personas que no se refugian en la edad para volverse dependientes de una mano que exigen o reclaman.
Es gratificante encontrarse con seres que saben darle una utilidad a su vida aunque ello le implique un esfuerzo.
Doña Chola o el nombre que usted quiera ponerle, son esos sencillos ejemplos de vida que nos desafían y cuestionan puesto que, en oportunidades, sin limitaciones hacemos que nuestra vida carezca de sentido.