viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

El desafío de la intensificación en un año marcado por la volatilidad de los precios de la hacienda

El Ingeniero Agrónomo Esteban Montes, representante del Instituto Plan Agropecuario, ha desvelado cómo los establecimientos intensivos han enfrentado un año desafiante, marcado por fluctuaciones de precios, costos elevados y una escasez de precipitaciones.
Análisis Riguroso
Montes ha presentado un análisis exhaustivo sobre el impacto que las condiciones económicas y climáticas han ejercido sobre un establecimiento en el departamento de Maldonado, cuyas 270 hectáreas y un índice Coneat 80 lo convierten en un caso de estudio relevante. Los datos ofrecidos arrojan luz sobre los efectos de la seca en la economía y producción agraria, y cómo el manejo y decisiones del establecimiento han influido en los resultados.
Sostenimiento de la Producción
El establecimiento en cuestión experimentó una disminución en el verdor en el ejercicio 2022/2023, pero aún así logró mantener su porcentaje mejorado del 50%. A través de una estrategia que incluyó la compra de piezas de cría, invernación de vacas, y la destilación de terneros para corrales, el establecimiento pudo mantener una producción de carne constante a pesar de las condiciones adversas.
Impacto en los Ingresos
Los números reflejan la complejidad del año. Aunque la producción de carne se mantuvo constante en ambos ejercicios, las ventas presentaron una drástica caída. En el ejercicio previo, el establecimiento logró vender 433 cabezas a un promedio de US$ 2,46 el kilo, generando más de US$ 440.000 en ingresos. Sin embargo, este año, vendió 212 cabezas a un precio promedio de US$ 1,81, generando ingresos de US$ 172.000. Esta diferencia en el valor se traduce en una disminución del 61% en los ingresos en dólares, una muestra de cómo las condiciones climáticas y del mercado afectan directamente la economía de estos establecimientos intensivos.
Costos en Análisis
El análisis también abarca los costos. Aunque aún no se han finalizado los datos, se espera que los costos aumenten en comparación con el año anterior, lo que agravará aún más el impacto económico. El panorama de los ingresos brutos también sufre una desaceleración significativa, cayendo de US$ 735 a casi US$ 600 por hectárea. Es una caída de US$ 135 por hectárea (-19%).
Resiliencia y Proyección Futura
Los establecimientos intensivos son altamente susceptibles a situaciones climáticas y fluctuaciones de precios, lo que Montes subraya como el principal desafío de este caso particular. Sin embargo, vislumbra un horizonte más positivo a medida que las lluvias regresan y el establecimiento se prepara para capitalizar las inversiones en el próximo ejercicio.
Esta radiografía detallada de los retos y resultados de un establecimiento intensivo en un año adverso resalta cómo la agricultura está intrínsecamente atada a factores climáticos y económicos, demostrando la necesidad de adaptación y estrategias sólidas para enfrentar las vicisitudes del sector.