sábado 27 de julio, 2024
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Magíster en Nutrición Clínica relaciona la ingesta de alimentos procesados con trastornos en salud mental

Por Andrés Torterola
Un estudio realizado en la Universidad de San Pablo (Brasil) afirma que los alimentos ultraprocesados están detrás de los síntomas depresivos, para conocer más sobre el tema dialogamos con Débora Sotelo Doctorada en Integración de la Salud, Magister en Nutrición Clínica. Al ser consultada sobre cuáles son los componentes de los alimentos ultraprocesados que podrían estar relacionados con los síntomas depresivos, la profesional expresó que es imprescindible conocer lo que se denomina epigenética, es decir, la interacción entre el humano y el ambiente en el que vive. Desde que se forma el organismo (embarazo/gestación), va adquiriendo destrezas para su sobrevivencia. Logra la capacidad de adaptarse a cambiar bruscamente su “estilo de vida” alrededor de las 36 a 40 semanas, permitiéndole pasar desde su mundo acuático dentro de la placenta -recinto que le brinda todo lo necesario para su crecimiento, desarrollo y maduración-, a un ambiente totalmente diferente, donde debe “adaptarse” a esa manera de vivir.
RICO SABROSO Y RÁPIDO
Es así que aprende a detectar lo propio de lo no-propio. Por tanto, todo lo que el cuerpo reconozca como “ajeno” al mantenimiento del equilibrio interno, tratará de alejarlo de la entrada a la célula para impedir su acceso; o buscará los mecanismos para eliminarlo del cuerpo. Debido a nuestra demanda de: “rico/sabroso, rápido de llevar a la boca, que no requiera preparación, que dure mucho tiempo para que no genere pérdidas económicas, y que llene/saciedad, entre otros requisitos…”, se crearon los alimentos ultraprocesados, que contienen todo lo que nos complace. Sin embargo, el daño mayor está en lo que no hemos leído, es decir “la letra pequeña del paquete” del alimento ultraprocesado.
DEFENSA DEL ORGANISMO
Cómo afecta la ingesta de alimentos ultraprocesados a la salud mental en comparación con una dieta natural y equilibrada, en este sentido la profesional dijo que el daño se produce debido a que dichas sustancias, no propias para el adecuado desempeño de las funciones saludables, van activando señalizaciones “de ataque” por parte del sistema inmunológico, lo cual genera una especie de guerra dentro del organismo, dado que, las células producen sustancias proteicas y glucoproteicas, que son las responsables, en conjunto con otras, de ejercer la defensa ante lo que ingresa al organismo para dañarlo. Esta guerra inmunológica, al inicio de la vida, se modula adecuadamente, mediante diarreas, reacciones respiratorias y/o de la piel y retrocede con facilidad. Sin embargo, cuando el daño y la agresión permanece en el tiempo, comienza a habilitarse el mecanismo de inflamación metabólica de bajo grado, lo cual afecta a todo el organismo, produciendo, entre otras consecuencias la permeabilidad de la pared intestinal, alteración de la mucosa protectora del mismo, menor capacidad de absorción de nutrientes por parte de las microvellosidades y lo que completa y agrava el panorama, es la alteración de la flora intestinal. De este modo, la Depresión sería iniciada y favorecida por los alimentos ultraprocesados que generan un daño severo en el ambiente del intestino.