
El programa «La Hora del Campo» del periodista Luis Andiarena, cumplió el pasado lunes 1 de julio, sus primeros 40 años de historia en la radiodifusión salteña, con un recorrido que va más allá de la información diaria para el sector agropecuario, interactuando con la sociedad y autoridades para lograr el desarrollo de las zonas rurales.
En esta edición dialogamos con el titular del programa radial, que en la actualidad se emite de lunes a viernes, de 6 a 8 horas, en Radio Tabaré.
Luis ¿Cómo comienza esta historia de La Hora del Campo?
Luis Andiarena: En primer lugar, mi agradecimiento a Diario Cambio por recordar nuestra fecha de los 40 años, del 1 de julio, aunque venimos transitando juntos a lo largo de los años, verdad? Porque Cambio nació un 1 de junio del 1984. O sea que nos llevamos prácticamente un mes de diferencia. Quiero agradecerles a ustedes que también han sido apoyo a nuestra tarea periodística respecto a La Hora del Campo.
Recordando un poquito en el tiempo, nuestro comienzo se dio en el ’84, acordamos con el entonces director de Radio Tabaré, Inocencio Di Giacomo, dar comienzo a nuestro programa agropecuario que en los primeros años funcionó a la tardecita y fue ganando rápidamente espacios.
Quiero reconocer también que en aquel momento don Hermes Silva Nobre tenía un programa agropecuario en Tabaré y cuando se enteró de nuestra presencia allí, porque nos conocía de la tarea periodística en Tribuna Salteña años atrás, decidió dejar su programa para darnos paso a nosotros con La Hora del Campo, un gesto que por supuesto lo valoramos siempre.
Fueron pasando los años y la esencia del programa se fue afianzando en un periodismo positivo, es decir, tratando de contribuir a solucionar o superar problemas en las distintas colectividades rurales fundamentalmente. Un periodismo de forma positiva, acercando la voz de los protagonistas, la decisión de las autoridades y eso, en definitiva, se tradujo en algo que nosotros entendemos es vital para aquellos que tenemos un arma formidable que es un micrófono, por ejemplo, o es una pluma en el caso de los diarios, es también una cámara en el caso de la televisión, para ir documentando lo que acontece en la sociedad, y en ese sentido, La Hora del Campo se fue insertando y felizmente contó con el apoyo notorio de muchas empresas que entendieron la positividad de nuestro trabajo periodístico y nos han apoyado al paso de los años.
Muchas de esas empresas, aun cambiando las generaciones ha seguido acompañando el programa, verdad?
Sí, hay empresas que están hoy en la carpeta publicitaria a La Hora del Campo y que datan desde el comienzo, lo cual mucho agradecemos, así como quienes se han ido sumando a lo largo de la historia del programa. Eso es muy importante para nosotros porque eso hace a la independencia de los medios de comunicación y en el caso nuestro, de un programa periodístico.
A lo largo de los años hemos establecido vínculos con la gente, esa interacción cotidiana que se genera a través del mensaje de texto de estos tiempos donde la tecnología, el desarrollo de la conectividad ha mejorado, indudablemente permite que la gente participe y el programa se transforme en una interacción entre quienes emitimos, en nuestro caso en La Hora del Campo, que compartimos con nuestro compañero y amigo Luisito Silva y todo el equipo de Radio Tabaré que no debemos olvidar, es un apoyo constante y permanente.
En esa interacción, es normal escuchar los mensajes de agua caída, los reclamos por los caminos, entre otros mensajes.
Si, la tecnología de hoy nos permite esa interacción con la gente, ya sea como tu mencionas, los registros de las lluvias, un paso crecido, una columna de electricidad que ha caído por la fuerza del viento, la interrupción de los servicios, la caminería deteriorada. El extravío de una matrícula, un perrito que se extravió, en fin, todo aquello que hace, en definitiva, al quehacer del campo.
Mencionó en un tramo que el micrófono era un «arma formidable», y que el programa logró interactuar entre la sociedad y las autoridades.
Sí, como decía es «arma formidable», que nos permite estar llegando a la gente continuamente y a las autoridades, y eso nos permitió en su momento trabajar codo a codo con la gente. Por ejemplo, en la Sociedad de Fomento Rural de la colonia Antonio Rubio, colonia que integramos con mucho gusto por años y donde se lograron cosas sustantivas para el desarrollo de la electrificación en el departamento de Salto.
Allí se hizo el anillo central de esa electrificación en el departamento, que fue prácticamente un total de 190 kilómetros de electrificación que permitió acercarle a la gente ese servicio y mejorar la calidad de vida de centros poblados como Saucedo, Palomas, la colonia Itapebí y por supuesto, todo el entramado de la colonia Rubio y los establecimientos vecinos.
Y a su vez eso como anillo central, después, permitió a través de Salto Grande ir descentralizando la electrificación a otras zonas rurales del departamento. Y así fue el caso del apoyo y el estímulo a los vecinos de Guaviyú de Arapey, por ejemplo, también acá en las cercanías de Salto a la colonia El Chircal y así tantas cosas que en definitiva nos llenó de alegría poder ser partícipes de estimular y de ser el nexo incluso con las autoridades. Porque no olvidemos que años atrás, las dirigencias rurales no tenían esa accesibilidad al diálogo con aquellos que tienen la decisión de establecer determinadas obras o corregir determinadas situaciones desde el ámbito gubernamental.
Seguramente estos 40 años de periodismo le han brindado más que satisfacciones.
Sí, nos ha llenado de optimismo, de alegría y de satisfacción. Pero lo hacemos con muchísimo gusto y seguramente, mientras el cuerpo aguante, vamos a seguir en esta línea de trabajo. Siempre en positivo, es decir, no deteniéndonos en las cosas que lamentablemente muchas veces afectan a la sociedad, que no hay que ignorarlas, por cierto, hay que procurar corregirlas, pero sí buscándole el lado positivo a las cosas. Ver la copa del medio para arriba y no del medio para abajo, como dice la gente en el refrán popular.
Luis, el equipo de La Hora del Campo ha ido cambiando a lo largo de su historia.
Sí, el recuerdo a quienes nos acompañaron en este camino. A Fermín Soler, Juancho Ambrosoni, Corina Cuña, y en el último tiempo se ha incorporado Luis Silva, quien trabajaba en Artigas, y hace algunos años nos acompaña en el programa. También estuvieron en el Joaquín y Juan Luis, mis hijos que también me han acompañado en este camino en su momento, Lorena que también siempre nos está aportando al programa, lo más importante es que en estos 40 años he contado también con el apoyo de la familia, que esto no es menor.
Quiero agradecer a toda la gente que nos ha acompañado, los mensajes que hemos recibido, las empresas que nos han apoyado, los medios de comunicación en lo que también estuvimos, a través de nuestra tarea periodística, el gusto de a ver participado durante años en Salto Visión, Canal ocho, Televisora Salto Grande, y allí también pudimos establecer ese vínculo del periodismo agropecuario a través de una pantalla de televisión y llegando a la gente, como siempre insistiendo en positivo.
De manera que hoy agradecemos a todos está feliz circunstancia de haber alcanzado cuatro décadas de presencia ininterrumpida en el medio, proyectándonos fundamentalmente en el norte del país. Hemos tenido la suerte también de tener el vínculo con medios capitalinos que nos permite llegar semana a semana a todo el país. De manera que es para nosotros una gran satisfacción y nuestro agradecimiento más profundo.