Ayer se cumplieron 20 años de la partida de Marosa di Giorgio, una de las poetisas más singulares y enigmáticas. Su muerte, el 17 de agosto de 2004, dejó un vacío difícil de llenar en la literatura latinoamericana. Escritores uruguayos destacan su obra, “marcada por una imaginería desbordante y un estilo inigualable”, que sigue resonando en las nuevas generaciones de lectores y escritores. Nacida en Salto en 1932, Marosa di Giorgio se destacó desde temprana edad por su capacidad de observar y transformar la realidad en poesía. Su universo literario, lleno de imágenes fantásticas, animales míticos y paisajes oníricos, es un reflejo de su profunda conexión con la naturaleza y sus vivencias en la campiña uruguaya.
PERMANECE
Marosa di Giorgio permanece como una figura enigmática y fundamental dentro de la literatura del Río de la Plata. Esta poeta es reconocida por su obra visceral y mística, que recrea con intensidad el escenario de su infancia rural. Proveniente de una familia de inmigrantes italianos dedicados a la agricultura, desarrolló una conexión profunda con el mundo natural, algo que influyó notablemente en su producción literaria. Su escritura está caracterizada por su mezcla de lo libidinoso y lo místico, elementos que invoca para transformar su memoria en territorios míticos. Esta riqueza de flora y fauna sirvió de inspiración para la obra de Marosa. Su vida se movía entre la actuación, el periodismo y la literatura, con una dedicación constante a la poesía.
