Por Alexander Ruppel
Tanto la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo como la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) convocaron paros de 24 horas para hoy. Pese a que las medidas no tienen relación entre sí, son en respuesta a recientes hechos de violencia ocurridos en liceos y escuelas de la capital del país. La situación de los hechos de violencia es denunciada con mayor frecuencia en todos los centros educativos del país. Ante esta situación, CAMBIO dialogó con Marcela Da Col, presidente de la Federación Nacional de Profesores de Secundaria (Fenapes) en Salto.
MAYOR FRECUENCIA
“Se dio un hecho en el liceo 39 de Montevideo, a instancias del núcleo sindical se solicitó a la directiva de ADES Montevideo que es la filial del Fenapes en la capital que se tomara una medida respecto a los hechos de violencia que además en esa institución no es el primero. Nosotros estamos evidenciando primero en los entornos educativos y después incluso dentro de los centros educativos hechos de violencia con una frecuencia cada vez mayor. Esto obedece a una multiplicidad de factores exógenos y que terminan eclosionando en el interior de los centros educativos”, dijo en primera instancia.
PREOCUPACIÓN
“Nosotros como Fenapes hemos planteado a nivel de la Dirección General de Secundaria la preocupación sobre que se plantearan ámbitos sobre cómo llevar adelante y resolver estas situaciones. Este planteo además fue llevado adelante por la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU) con las autoridades de la ANEP, porque las situaciones de los entornos violentos se han dado también a nivel de escuelas primarias. Esa situación de violencia la hemos sufrido también en UTU que es otra de las dependencias de la ANEP. No son hechos aislados, son hechos que se repiten y tienen un patrón y un origen que nosotros entendemos se tiene que resolver de manera múltiple”, destacó.
EQUIPOS DE TRABAJO
Consultada acerca del planteo realizado sobre la creación de equipos multidisciplinarios que ayuden a evitar este tipo de hechos, expresó. “Es un reclamo que venimos haciendo pero todavía no hemos encontrado eco de quienes dirigen la educación, de la administración. Ejecutar este tipo de soluciones tan necesarias, esto tiene que ver con múltiples factores, con una situación cada vez más precaria de la economía donde la gente recurre a lo no lícito por un lado y después se tiene otra situación que se viene evidenciando desde la pandemia que es la salud mental y emocional. En general la gente está teniendo pocas herramientas para poder afrontar elementos de tensión y como no lo puede resolver termina por reaccionar violentamente. Concretamente tenemos muchas situaciones en el interior de las instituciones educativas con chicas y chicos que reaccionan mal y se generan muchas cosas. Algunas por situaciones de su salud emocional y en otros casos porque ellos viven en un entorno de violencia que no pueden manejar y reproducen esa violencia en los centros educativos”.
INTERVENCIÓN
“Acá tenemos dos situaciones, una que tiene que ver con la prevención. Sin dudas queda demostrado que estamos necesitando personal que no tenemos que tiene que ver con el acompañamiento en las instituciones educativas, psicólogos con mayor presencia, asistentes sociales y demás. Pero también estamos en una situación de vulnerabilidad porque no podemos intervenir en el sentido de interceder ante un altercado. Es difícil proceder de alguna manera que no dañe a uno u a otro. A veces los hechos recobran una virulencia importante”, concluyó.
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