
Por Melisa Ferradini.
El Coaching con Caballos está ganando terreno en todo el mundo. Sus raíces provienen de la Psicoterapia Asistida con Equinos, más conocido como PAE, que lleva ya casi veinte años funcionando a nivel profesional. Ambos surgieron en EE.UU y se extendieron por Europa y Latinoamérica con fuerza a principios de este siglo. El coaching es un proceso de aprendizaje que busca el desarrollo personal y profesional. Los caballos, ya sea en manada o de forma individual, tienen la capacidad de reflejar nuestras emociones, ansiedades y miedos, permitiendo que el proceso de autoconocimiento fluya de manera más natural y profunda. CAMBIO dialogó con el Cr. Gerardo Jofré que comparte su experiencia y reflexiona sobre los beneficios de esta disciplina que combina naturaleza, emociones y aprendizaje personal.
¿CÓMO FUNCIONA?
En esta modalidad de coaching, las sesiones se realizan en un corral o al aire libre, sin montar al animal, lo que lo diferencia de la equinoterapia, relata. Durante las dinámicas, los participantes deben alcanzar determinados objetivos mientras interactúan con los caballos. “La reacción de los animales, ya sea acercándose o manteniéndose distantes, refleja el estado emocional del cliente y lo ayuda a identificar incoherencias o bloqueos que afectan su vida real”. “El caballo capta nuestras emociones más sutiles, como la ansiedad o el miedo. A veces, el animal puede quedarse inmóvil si percibe que estamos atravesando una situación interna complicada, lo que nos obliga a reflexionar sobre nuestras actitudes y pensamientos”, explica Gerardo que trabaja con este método.
EL METODO
Una de las grandes fortalezas de este enfoque es que se realiza fuera del contexto habitual de oficinas o consultorios. En un entorno natural, las personas se sienten más abiertas y dispuestas a trabajar en sus desafíos personales. La metodología permite explorar distintos tipos de problemas, desde cuestiones emocionales y familiares hasta dilemas laborales. “El entorno del corral brinda una metáfora de la vida misma y permite que las personas miren sus problemas desde nuevas perspectivas, logrando aprendizajes más profundos”, comenta el facilitador. Este tipo de coaching, basado en el método, Horses Dreams también se nutre de disciplinas como las constelaciones sistémicas y la programación neurolingüística (PNL), generando así un espacio integral de crecimiento personal.
TRABAJAR CON CABALLOS
Los caballos son animales extremadamente sensibles describe, capaces de detectar incluso cambios sutiles en el estado emocional de las personas. A lo largo de su evolución, han desarrollado habilidades de supervivencia que los mantienen siempre atentos al presente. “Esto hace que trabajar con ellos sea una experiencia única: se genera una conexión especial que permite que el cliente se sienta parte de la manada”, señala el experto. Durante las sesiones, el objetivo es que los clientes se conecten con sus emociones más profundas y logren transformar sus obstáculos en oportunidades de crecimiento. Cada sesión tiene una duración aproximada de una hora y media, aunque esto puede variar según la apertura del cliente y el proceso que se esté desarrollando. “El reloj no debe apurarnos. La experiencia con los caballos necesita tiempo para integrar todo lo que hay que aprender”, agrega.
APRENDIZAJE CONTINUO
Además del coaching, en la chacra se ofrecen constelaciones sistémicas, tanto familiares como laborales, lo que permite una mirada más profunda sobre los vínculos y procesos que las personas desean trabajar. Ubicada en el kilómetro 14 de la Ruta 31, la chacra “La Carolina” invita a todos los interesados a vivir esta experiencia transformadora. “El coaching con caballos es una oportunidad maravillosa para aprender, conectar con nuestras emociones y asumir el protagonismo de nuestra vida. No importa cuán difícil parezca el presente, siempre hay una posibilidad de cambio”, concluye el facilitador. Para más información o para agendar una sesión, se pueden comunicar directamente al celular 099741022 o en Instagram @2enfoques, finaliza.