Por Andrés Torterola
CAMBIO recibió en su redacción una nueva denuncia sobre presunta mala gestión por parte del INAU, esta vez en la ciudad de Artigas. En una extensa entrevista, la denunciante relató que, tras una discusión con una de sus hijas, la joven informó de la situación a las autoridades del liceo donde concurría, quienes dieron aviso al INAU. A partir de ello, el instituto intervino mediante una resolución que sugirió que tanto la hija como su hermana melliza debían residir con su padre. Cabe mencionar que los padres de las niñas se habían separado recientemente.
CONSUMO PROBLEMÁTICO
Al año, las niñas volvieron a la casa materna, una de ellas embarazada y la otra había sufrido una violación, en esa época las chiquilinas tenían 15 años, “hubo que tomar medidas, no podía permitir que mi hija de 15 años fuera mamá, por lo tanto, tomé la resolución que se hiciera un aborto, mientras que la otra joven que había sido violada tuvo problemas psicológicos importantes”. La resolución que se fueran a vivir con el padre, la tomó el INAU entonces por qué no se hicieron responsables del error que cometieron indicó la entrevistada. Con el transcurso del tiempo la niña víctima de violación comenzó a consumir drogas pasando por diferentes etapas de la enfermedad, con todo tipo de inconvenientes, aunque nunca se perdió el vínculo con su madre.
INAU INTERVINO NUEVAMENTE
Esta joven conoció a un muchacho, formaron una pareja y la chiquilina ahora con 26 años quedó embarazada, tuvo una niña y fue debidamente tratada por los médicos pediatras y demás funcionarios del hospital de Artigas. La madre al quedar embarazada había dejado atrás las situaciones de consumo, pero días antes de dar a luz inexplicablemente lo hizo nuevamente, eso generó que se debiera realizar una cesárea y múltiples exámenes para proteger la vida de la niña y su madre. Tras el parto y luego de recibir el tratamiento necesario, el médico psiquiatra de la institución autorizó que la madre pudiera estar nuevamente junto a su hija recién nacida. Sin embargo, el INAU intervino y decidió que la niña fuera entregada a familiares paternos, quienes la trasladaron a Rivera, provocando la separación.
DERECHOS HUMANOS
Esta situación generó una serie de denuncias, ya que la madre, de escasos recursos, enfrenta serias dificultades para recuperar la custodia de su hija. La familia de la joven atraviesa una situación económica complicada, y la decisión del INAU ha generado un profundo impacto emocional y financiero, intensificando los obstáculos en su intento de reunirse con su hija y brindarle un entorno estable. Esta separación no solo ha afectado la salud emocional de la madre, sino que también ha incrementado sus necesidades de apoyo para poder mantener su proceso de recuperación y garantizar el bienestar de su hija. La situación fue denunciada ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y se espera por parte de la familia una nueva resolución judicial.
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