En el marco del Día Nacional del Campo Natural, celebrado a inicios de semana en el establecimiento “Cerro del Bombero” de la familia Bazzano Falcone en Merinos, Paysandú, la comunidad ganadera uruguaya reflexionó sobre los logros del proyecto Gestión del Pasto. Este programa, que brindó asistencia tecnológica y de manejo a productores ganaderos, se destacó como una herramienta crucial para enfrentar los desafíos de la sequía y la volatilidad de costos en los últimos tres años.
El ingeniero agrónomo y titular del predio anfitrión, Juan Bazzano de León, resumió el impacto del proyecto: “Nos permitió sobrellevar una situación bastante compleja debido al déficit hídrico que hemos tenido”.
Bazzano, quien compartió sus experiencias y aprendizajes en la jornada, explicó cómo la información generada por el proyecto fue determinante para tomar decisiones estratégicas en momentos de escasez. “Fue muy significativo participar en este proyecto”, destacó, mencionando que gracias a las herramientas proporcionadas pudieron optar por medidas específicas como el destete temprano o la suplementación estratégica. Con estas decisiones, lograron adaptar su producción a un “sistema de ciclo incompleto”, que les permitió priorizar categorías de ganado de menor consumo en momentos críticos.
El vicepresidente del Instituto Plan Agropecuario, Francisco Donagaray, destacó también la importancia de este proyecto, que comenzó con 30 predios y ha dejado importantes enseñanzas. «Es un gran desafío lanzarse a hacer un proyecto en cuatro años», comentó, subrayando que este enfoque permite a los técnicos aprender de las decisiones de los productores en lugar de imponerles directrices. Además, Donagaray resaltó que los campos y rodeos se encuentran actualmente en condiciones “impresionantes” tras la sequía, gracias a una primavera excepcionalmente favorable.
El impacto de este programa no solo ha sido evidente en la producción ganadera, sino también en la preservación del campo natural uruguayo. Gustavo Garibotto, ingeniero agrónomo y promotor del Día Nacional del Campo Natural, enfatizó la importancia de esta fecha para sensibilizar a la población sobre el valor de estos ecosistemas. “Un Uruguay sin campo natural es un Uruguay que dejaría de tener sentido”, afirmó con contundencia, señalando que la conservación de estos espacios es vital para la biodiversidad y el secuestro de carbono en el suelo.
A pesar de la celebración, Garibotto advirtió sobre la disminución alarmante de los campos naturales en las últimas dos décadas. “Hace pocos años teníamos entre 80 y 85% de campo natural; hoy rondamos el 60%”, puntualizó. Esta pérdida, explicó, se debe en gran medida a los cambios en el uso del suelo, donde cada vez más superficies son destinadas a actividades agropecuarias intensivas. Sin embargo, recalcó que el desafío no es eliminar estas prácticas, sino hallar una forma de integrarlas racionalmente, manteniendo el equilibrio del ecosistema.
El proyecto Gestión del Pasto ha demostrado que es posible optimizar el manejo del campo en condiciones adversas y, a la vez, contribuir a la conservación del valioso campo natural uruguayo. En palabras de Bazzano, “logramos sobrellevarlo con dificultades, pero sobrellevarlo al fin y poder seguir adelante”, subrayando la resiliencia de los productores y el potencial del campo natural como recurso clave en la ganadería sostenible.
El presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL, Alfredo Fros, recordó que es clara la concentración de ovinos en nuestro país, que están en el norte y en tres departamentos: Salto, Paysandú y Artigas. Ahí tenemos el 50% de los ovinos y básicamente todos en campo natural. O sea que sí será importante el campo natural para el ovino.
Días atrás en una charla realizada en el centro del país, “se decía de lo importante del ovino para el campo natural, porque en muchas zonas lo vemos. Pero a medida que avanzamos hacia el sur, claramente donde no está el ovino vemos cómo avanzan algunas malezas, como es el caso del senecio”.
El titular de la institución ovina, remarcó que “el campo natural y el ovino tienen una buena química, y cómo es importante cada uno de ellos para funcionar. Yo creo que el norte tiene esa oportunidad, con ese volumen de ovinos, de de hacer ese manejo mixto entre vacunos y ovinos y tener ese equilibrio”.