La hiperhidrosis, una condición que afecta entre el 2% y el 4% de la población no se limita al calor o al ejercicio. Esta enfermedad se caracteriza por una sudoración excesiva que puede empapar la ropa o hacer que las manos goteen sudor, generando una barrera en lo social y lo emocional para quienes la padecen. Durante la infancia, la sudoración extrema en manos y pies obliga a cargar con una toalla a todos lados y aprender técnicas para enfrentar las limitaciones en la escuela.
TIPOS
Por un lado la primaria, que afecta solo a ciertas áreas específicas, como manos, pies o axilas, y por otro lado la secundaría que se relaciona con otras enfermedades y compromete grandes partes del cuerpo. Aunque no existe una cura definitiva, los tratamientos actuales ofrecen soluciones efectivas. Hay opciones que van desde antitranspirantes y medicamentos hasta procedimientos quirúrgicos para desconectar los nervios que controlan las glándulas sudoríparas. La hiperhidrosis no solo afecta el cuerpo, sino también la autoestima y las relaciones interpersonales. El tratamiento de la hiperhidrosis normalmente da buenos resultados. A menudo, se comienza con el uso de antitranspirantes. Si estos no dan resultado, tal vez necesites probar medicamentos o tratamientos diferentes.
CASOS GRAVES
En casos graves, el proveedor de atención médica puede sugerirte la cirugía para extraer las glándulas sudoríparas o desconectar los nervios relacionados con la producción excesiva de sudor.
