Pablo Laurta, acusado de haber asesinado a su expareja y su exsuegra y al conductor de un vehículo de alquiler en Argentina, se negó a declarar en la provincia de Entre Ríos y será trasladado a Córdoba, donde se cometieron, al menos, los dos primeros crímenes. Mientras tanto, las investigaciones siguen para dar con los restos de Martín Palacio, el chofer del vehículo a quien Laurta había apalabrado para que lo trasladara desde Entre Ríos a Córdoba, donde residían las mujeres a las que el hombre pretendía asesinar.
BUSCAN RESTOS DEL REMISERO
Palacio dejó de contestar el teléfono a poco de haber emprendido el viaje junto a Laurta, y su auto apareció incendiado. El martes, la Policía encontró, en la localidad entrerriana de Yeruá, un torso humano que se presume pertenecería a Palacio. Sin embargo, hasta el momento, permanecen desaparecidos la cabeza, los brazos y las piernas, lo que dificulta la identificación de los restos. Más aún: la víctima tenía un tatuaje por encima del hombro, pero el asesino cercenó el brazo por encima de la marca. De acuerdo a la información policial, los peritos no pudieron tampoco determinar la causa de la muerte, dado que el torso no presenta heridas letales. Según trascendió, se cree que el hombre fue asesinado de un disparo en la cabeza. Unas 80 personas trabajan en las tareas de búsqueda de los restos, desde Yeruá, donde se encontró el torso, y hasta la localidad de San Salvador, ubicada a unos 55 kilómetros. En el caso de que no se hallen los miembros restantes, se realizará una prueba de ADN.
