
La reciente jornada de verano de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), celebrada en la Estación Experimental «Dr. Mario A. Cassinoni» (EEMAC) de la Facultad de Agronomía, destacó «las certezas tecnológicas en relación a las tecnologías generadas en la UPIC, o sea, qué es lo que se ha generado, y que pasa efectivamente», según el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone.
Simeone, quien lideró la actividad que contó con una buena asistencia de productores y técnicos de la región, enfatizó la importancia de la sombra. «En condiciones de confinamiento como de pastoreo, la respuesta a la sombra es muy importante. El hecho de tener en la sombra un animal en pastoreo, en relación a no tenerla, significa durante todo el verano 300 gramos más por día, lo cual es mucho», destacó. «Y en el caso de un animal en corral, es 16% de eficiencia de conversión en mejora. O sea, precisan 16% menos de alimento, por lo tanto, el costo del kilo producido es menor». Lo definió como «certeza uno».
Recría de novillos sobre sorgo forrajero con suplementación
El experimento integra 6 animales por hectárea, con suplementación al 1% del peso vivo. «Significa un novillito que gana 1,300 kilos. Esa cuenta cierra por todos lados con un precio del novillito de U$S 2,28, y nos asegura tener un novillito de 400 kilos al inicio del otoño», explicó Simeone. Considera que «eso es extremadamente importante para un novillito que puede ir para una cuota 481, o para una avena en pastoreo».
Destete precoz: Ventajas y estrategias
Simeone habló sobre el destete precoz a dos niveles: a pasto y a corral. En el caso de pasto, un animal manejado sobre praderas al 8% de asignación de forraje, suplementado al 1% del peso vivo con un concentrado energético proteico de 18% de proteína, gana 600 gramos. «Es lo mismo que hubiera ganado si hubiera permanecido al pie de la vaca. Entonces la ventaja del destete precoz es el incremento de preñez», acotó.
En cuanto al destete precoz a corral, un ternerito encerrado con una dieta que incluye 20% de grano entero de avena gana un kilo por día y consume cuatro kilos, lo que se traduce en una conversión de cuatro a uno. «Aunque la ración valga U$S 400 la tonelada, en la conversión por 0,4 el kilo de alimento, da el costo de producción de U$S 1,60 para un ternero que vale U$S 2,75», precisó.
La importancia de la sombra y la suplementación
Simeone insistió en que tanto el confinamiento como el pastoreo deben tener acceso a sombra, «es como un requisito imprescindible». Además, destacó la importancia de la suplementación nutricional. En Uruguay, se acostumbra a suplementar con maíz, sorgo, cebada de segunda, pero en la UPIC se trabaja con concentrados energéticos proteicos, donde el DDGS y la burlanda de sorgo juegan un papel crucial. También mencionó el lupino como suplemento, que tiene 35% de proteína y no contiene almidón, lo que lo hace altamente digestible.
Ajustes finos en las tecnologías
Simeone se refirió a la necesidad de «hacer la sintonía fina de cada una de esas tecnologías». Por ejemplo, en el caso de novillos sobre sorgo forrajero más suplemento, «capaz que si le ponemos un aceite esencial mejora su situación, es más resistente al estrés calórico y en lugar de dar tres kilos de granos secos de destilería con solubles (DDGS), podemos dar un 1,50 kilo». De esta manera, «mejoramos la cuenta económica porque sigue ganando lo mismo gracias al aceite esencial, pero consume menos DDGS».
Finalmente, Simeone destacó que, aunque se presentan certezas tecnológicas, también se plantean preguntas para profundizar en los experimentos. «Los experimentos son excusas para discutir en profundidad las tecnologías», concluyó.