Angélica Pérez: una vida de arte, resiliencia y compromiso hacia la verdadera inclusión de personas con discapacidad

Por Andrés Torterola
En el hall del Centro de Referencia de Políticas Sociales del MIDES se llevó a cabo en el mes de la mujer un reconocimiento a la trayectoria de Angélica Pérez, maestra jubilada, artista plástica y escritora.
RECORRIDO
La referente de INMUJERES Salto, Adriana Miraballes, recordó que Angélica formó parte durante muchos años de la Comisión Honoraria de la Discapacidad, dedicando su vida a esta causa. Destacó su valioso aporte a la sociedad y cómo ha reflejado la temática de la discapacidad en sus obras de arte. En este sentido, INMUJERES reconoce la importancia de su trabajo, ya que muchas madres de hijos con discapacidad se han sentido identificadas con su contribución. Adriana Miraballes señaló que la obra de Angélica Pérez es el resultado de un profundo proceso personal, en el que sus propias vivencias han sido transformadas en arte. Destacó cómo su trabajo no solo expresa su recorrido de vida, sino que también logra transmitir un mensaje universal sobre la resiliencia y la superación.
A TRAVÉS DEL ARTE
Por su parte, Angélica Pérez expresó su gratitud por el reconocimiento, considerándolo un estímulo para seguir creando. Explicó que sus cuadros representan diferentes ciclos y etapas de su vida, reflejando su constante búsqueda interior y el encuentro tanto con uno mismo como con los demás. A través del arte, ha logrado dar forma a un proceso de renacimiento y de conexión con la esencia de la vida, en el que la luz interior se convierte en una guía para seguir adelante. Asimismo, reflexionó sobre los momentos difíciles que toda persona atraviesa, en los que es necesario caer, levantarse y volver a empezar. En este sentido, destacó que sus obras, especialmente aquellas en las que predominan los círculos, simbolizan ese ciclo ininterrumpido de la existencia humana: los desafíos, las caídas, las renovaciones y la constante búsqueda de significado y crecimiento.
CALMA Y LIBERACIÓN
Angélica Pérez recordó que su infancia estuvo marcada por la pobreza y la lucha constante entre el deseo y el sueño de alcanzar aquello que parecía inalcanzable. A pesar de las dificultades, con el tiempo ha logrado encontrar paz espiritual y serenidad en la vida cotidiana. Explicó que, aunque ha enfrentado grandes desafíos, ha aprendido a superarlos. Compartió que la pintura se ha convertido en un refugio y una forma de escape, permitiéndole expresar sus emociones y vivencias. Señaló que dedica largas horas a su arte, ya que cada obra es el reflejo de su estado de ánimo y de los momentos que atraviesa. «Hay días hermosos y otros de inquietud, pero siempre encuentro en la pintura un espacio de calma y liberación», expresó. Sus creaciones, cargadas de significado y simbolismo, han encontrado un lugar en la comunidad. Muchas veces, expone sus obras en la puerta de su casa, donde las personas se detienen a observarlas, admirarlas y, en ocasiones, adquirirlas. Además, destacó que su trabajo ha sido exhibido en diversas oportunidades en la Biblioteca Municipal.