Los cultivos de soja avanzan en buenas condiciones y comenzarán a ser cosechados después del 15 de abril, según el gerente de Producción de Dalmás Agro, Alexis González. A pesar de la caída de los precios, los productores confían en compensar esta baja con mayores volúmenes de producción. En cuanto a la cosecha del maíz de primera, los rendimientos promedian entre 6 y 7 toneladas por hectárea, aunque con granos algo livianos.
«El maíz de primera es un cultivo caro y riesgoso, pero esperamos al menos cubrir los costos», explicó González. A medida que se liberen áreas de maíz, avanzará la siembra de colza invernal, que se perfila como un cultivo clave en una campaña marcada por el doble cultivo. Se estima que las áreas de colza y carinata se duplicarán respecto al año pasado, mientras que en trigo y cebada se mantendrán similares a la campaña anterior.
La temporada invernal será desafiante, con altos requerimientos de producción para cubrir costos. «Va a ser una campaña exigente, especialmente en trigo y cebada, porque se necesitarán muchos kilos para empatar», señaló González. Con una planificación estratégica y buenas condiciones climáticas, los productores buscan optimizar su rentabilidad en un año marcado por la incertidumbre en los mercados internacionales.
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