Almagro superó 2-1 a Chaná en un partido que pudo haber ganado por más diferencia, pero que de cualquier manera le significó el alcance de Saladero en lo más alto de la tabla de posiciones.
El primer tiempo mostró un encuentro abierto y dinámico, condicionado también por la temprana apertura del marcador, ya que a los 12′, Fernando Domínguez aprovechó un envío de pelota quieta y puso a ganar a Almagro. Esta rápida superioridad en el tanteador fue paulatinamente justificada en el juego por el elenco del hospital, quien a medida que corrían los minutos se iba imponiendo cada vez más, fundamentando su supremacía en la posesión de pelota y el desequilibrio por banda.
Por su parte, a Chaná le costaba mucho hacer pie en el campo. El indio lucía largo e inconexo, llegaba tarde a todas las acciones defensivas, y parecía no tener claro el plan cuando se apoderaba de la pelota.
Es por lo anteriormente expuesto que no se veía lejano un segundo tanto de Almagro, el cual llegaría definitivamente a los 34′, cuando Muñiz definió tras otra magra actuación de la defensa amarilla.
Más tarde, el complemento inició con miras de repetir lo visto en la primera parte, puesto que los de Emilio Suárez seguían fustigando a su rival y generando chances para ampliar, permitiéndose incluso marrar un penal al 49′. Mientras tanto, los de calle Brasil seguían sin poder hacer pie, recibiendo con cada vez más facilidad y asiduidad los ataques rivales, y teniendo en Brolin Torres a un sostén importante para que la brecha en el score no continuara creciendo.
Sin embargo, el trámite del cotejo tendría guardado un brusco cambio de planes, dado que a los 76′, cuando Almagro saboreaba el tercer tanto, Ferrao descontó. Este tanto, sumado a la expulsión de Curbelo al 78′, produjeron un efecto revigorizante en el conjunto de Mendoza, que adelantó sus líneas en busca del empate y cargó de dramatismo el cierre del pleito, aunque finalmente no pudo redimirse de su defectuosa performance y se terminó despidiendo con las manos vacías.
Lautaro Rocha
