
Con la llegada del descenso de las temperaturas esta semana, los boniatos experimentaron un repunte en el interés de los compradores, manteniendo así su precio estable pese a una oferta abundante. Según el último informe de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), el mercado mayorista no ha visto fluctuaciones significativas en los valores, gracias al equilibrio entre disponibilidad y una demanda que se reactivó ante el cambio de clima.
El informe, publicado esta semana, detalla que los precios varían entre los $12 y $36 por kilogramo, dependiendo de la variedad y el calibre, y que el grueso de la producción proviene del sur y del litoral norte del país.
Dentro de los tipos comercializados, el boniato Arapey/Cuarí se mantiene como uno de los más accesibles, con precios que van desde $12 por el calibre chico, hasta $27 por el calibre grande. Por otro lado, la variedad Beauregard/Cuabé, de mayor preferencia gastronómica por su textura y dulzor, se sitúa en una franja superior, llegando a los $36 por kilogramo en su versión grande.
Se recomienda a los consumidores optar por boniatos firmes, sin lesiones visibles ni aromas inusuales, ya que esto garantiza una mejor conservación y mayor duración en el hogar, de hasta siete días en ambientes frescos. El producto, que tiene un fuerte componente estacional, también se beneficia de sus propiedades nutricionales, lo que contribuye a sostener la demanda: es rico en carotenoides, vitamina C, y es una excelente fuente de energía, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y la diabetes.