
Durante una reciente recorrida a nivel nacional, en la preparación para su próximo Congreso a celebrarse el 31 de mayo en San José, la Federación Rural recogió el reclamo de las diferentes gremiales federadas, sobre la urgente necesidad de atender el deterioro crónico de la caminería rural. La gremial denunció en un comunicado público emitido ayer, que este problema, recurrente desde hace décadas, afecta directamente la salida de la producción y la calidad de vida de quienes residen y trabajan en el medio rural. La crítica se formula ahora, a pocas semanas de las elecciones departamentales, con el objetivo de que este tema se incorpore de forma prioritaria en la agenda del próximo período de gobierno.
La Federación Rural estructuró su reclamo en tres ejes centrales. En primer lugar, cuestionó el destino de los recursos asignados por el Gobierno Central a las intendencias para la caminería, asegurando que existe una notoria incongruencia entre los fondos asignados y su ejecución efectiva en el territorio. También se planteó la necesidad de revisar las contrapartidas que deben asumir las administraciones departamentales, cuya gestión fue calificada como ineficiente.
El segundo punto de conflicto señalado por la gremial refiere a la normativa que impide el uso de caminos rurales durante y después de días de lluvia. Según la Federación, esta reglamentación atenta contra la libertad de circulación en bienes públicos y, en muchos casos, se utiliza como pretexto para no mantener adecuadamente la infraestructura vial. En este sentido, advirtieron que mientras la producción agropecuaria del país se ha multiplicado por cinco en las últimas dos décadas, las condiciones de los caminos rurales no han seguido ese mismo ritmo de crecimiento ni han recibido la atención que amerita su relevancia estratégica.
Finalmente, el comunicado cuestiona con firmeza la gestión técnica en el uso de maquinaria vial, señalando un uso ineficiente del parque disponible, pocas horas efectivas de operación y, en algunos casos, la contratación de personal sin la debida capacitación. A juicio de la Federación, estos factores reducen la eficacia de las intervenciones y derivan en una pérdida de recursos económicos y operativos que agravan el problema.
Una de las denuncias más significativas del comunicado es la falta de diálogo institucional: desde el año 2022, la Federación Rural no ha sido recibida por ninguno de los presidentes del Congreso de Intendentes, ni ha obtenido respuesta a las solicitudes de audiencia realizadas durante 2024. Esta situación ha generado un profundo malestar entre los representantes del sector, que hoy apelan al compromiso de los candidatos a intendente para que se involucren directamente en la búsqueda de soluciones.
Como cierre del pronunciamiento, la Federación Rural reafirmó su disposición a colaborar a través de las gremiales federadas en cada departamento, con el objetivo de contribuir desde el territorio al diseño de políticas públicas más eficientes y duraderas. «Este no es un problema de un solo sector, sino una deuda estructural del país con su interior productivo», concluye el documento firmado por el presidente Ing. Agr. Jorge Andrés Rodríguez.