
Por Melisa Ferradini.
El 30 de abril se celebra el Día Internacional del Jazz, una fecha proclamada por la UNESCO en 2011 para destacar el jazz como un lenguaje universal de la libertad, la creatividad y la paz. Esta música, nacida a fines del siglo XIX en Estados Unidos, tiene raíces africanas y europeas, y ha sido una voz de resistencia, identidad y renovación artística en todo el mundo. Esta celebración coincide, además, con la fecha de nacimiento del legendario y excepcional músico, director, arreglador y compositor, el pianista Duke Ellington. Para conocer más sobre este género musical tan especial, CAMBIO entrevistó a José Luis Curubeto, músico apasionado, percusionista y baterista con una larga trayectoria, quien nos comparte su mirada sobre el jazz, su importancia en la cultura y que nos transmite en esta fecha especial un mensaje especial para los amantes de la música; que sigan tocando cada vez más y a los melómanos que sigan escuchando cada vez más.
-¿Qué significa para usted el Día Internacional del Jazz?
-Bueno, como todas estas fechas recordatorias, está bueno que haya un día específico para refrescar la memoria de quienes ya lo saben y enseñárselas a aquellas personas que desconocen la singularidad de este género musical. “El Jazz es la música más popular de la música culta y la más culta de las populares”.

-¿Cómo describiría la influencia del jazz en su formación como músico, percusionista y baterista?
-Sin lugar a dudas la describiría como una influencia muy marcada, vengo de una familia de músicos, mi abuelo tenía 10 hermanos músicos, mi padre también lo fue e igual que mis hermanos. De hecho la primera palabra que dije (antes que papá y mamá) fue “mambo”. Mi primer juguete fue un tambor y la partera que ayudó a mi madre en su trabajo de parto, fue la mamá del reconocido Osiris Rodríguez Castillo. Además Yolanda (mi madre), escuchaba mucha música clásica. Como verás había música por todos lados desde mi infancia.
-¿Recuerda el primer acercamiento que tuvo con el jazz? ¿Cómo le impactó?
-Mi primer acercamiento fue el escuchar desde chico Bandas de jazz y músicos variados, que obviamente mis padres (ambos músicos) escuchaban en mi casa. Por lo que no fue un “impacto”, sino algo cotidiano el reconocer este tipo de género musical. Ya más de adolescente tuve la oportunidad de tocar con el legendario y recordado Dr. Alejandro Grunning al piano y el contrabajista José Cano, Luis Medina en trompeta, José Ma. Piedrabuena en saxo y también acompañar a otros pianistas como mi querido amigo Toto Vece, José Pérez, Lalo Etchegoncelay, Manolo Guardia y en la actualidad a Hugo Fatorusso. En la Argentina toqué con el Dr. Martínez Lora, Jorge Curubeto, Juan Carlos Cialela, y en Nueva York con el pianista Larry Ham en el Hotel Edison de Manhattan.
-¿Qué le atrapa el jazz como género musical?
-Todo, la estructura, la síncopa, la armonización, la improvisación, el ritmo, la fusión, la versatilidad de los músicos, al compartir con otros sin ensayos previos, el poder acompañar a un solista hasta tocar con una Big Band, en fin, el jazz es inagotable e increíble. En Italia, en Castelfidardo, Provincia de Ancona, estuve acompañado con un cajón peruano a dos acordeonistas de jazz suecos por horas, solo al final cruzamos algunas palabras en inglés. Habíamos tocado como si hubiéramos ensayado siempre. El 22 de julio de 2014tuve la gran suerte de poder tocar con un grupo musical en el EthiopianSkyligth Hotel de Adis Abeba. Etiopía, África. Una magnifica experiencia con músicos y música poco convencional pero muy atractiva.
-¿Considera que sigue teniendo vigencia en el público actual?
-Definitivamente sí. El jazz es un género que llego para quedarse. Aquí en nuestro país es un claro ejemplo. El publicitado “Festival de Jazz a la Calle” que se realiza en la cuidad de Mercedes. Lo fue en su momento el “Festival de La Pataia”, el “Jazz Tour” y otros Festivales que se han llevado a cabo en Punta del Este y el “Festival anual de Jazz de Montevideo”. Acá mismo en Salto hubo en su momento una muy linda movida, como los realizados en el Teatro Larrañaga con la “Salteña Jazz Band”, en el Ateneo con Willy Jazz Trio”, el Festival que se realizara en San Antonio o los promovidos por “DejaVu” en el Chalet Las Nubes con músicos invitados desde Argentina. Periódicamente llegan a nuestro país jazzistas de renombre internacional que llenan salas de teatros y cines con melómanos seguidores de este increíble género. Dijo un conocido músico…” El Jazz es la música de los músicos”.
-¿Cómo ve la movida del jazz en nuestra ciudad o región?
-Bueno, el nivel local podría estar mejor. Si bien hay músicos y grupos como los que dirige el amigo Mena “Deja Vu” (mi actual integración con la pianista Liliana Forti, el tecladista Daniel Stella y el bajista Quique Gómez), directores como Bochón Bordagaray con amplia trayectoria, también Sergio Calvo y tantos otros. Aquí el público es un poco especial. Muchas veces reclaman por este tipo de género y cuando se les brinda la posibilidad, por un motivo u otro las salas no están llenas. La falta de apoyo a nivel de la Oficina de Cultura y muchas veces también privada, no ayudan a una mayor y mejor difusión.
-¿Qué músicos le han inspirado a lo largo de su carrera?
-Quizás uno de los más interesantes y con quien tuve la oportunidad de asistir a una de sus clínicas cuando estuvo en Montevideo, fue el legendario baterista Elvin Jones, a Tony Williams lo vi en Buenos Aires,BuddyRich, Kenny Clarke, baterista del Cuarteto de Jazz Moderno, JoeMorello, baterista de DaveBrubeck, pianistas como Bill Evans, DukeEllington, Michel Petrucciani, DaveBrubeck, Ahmad Jamal, trompetistas como Louis Armstrong, el genial Miles Davis, DizzyGillespie, el genio de Charles Mingus, con quien estuvimos en Montevideo, al igual que WyntonMarsalis (considerado actualmente como el mejor trompetista)… bueno, y tantos otros, cada uno en su estilo y época. El jazz va evolucionando como todas las cosas.
-Desde su mirada de percusionista, ¿qué rol juega la percusión dentro del jazz?
-Y… es muy interesante, ya que la percusión es un eslabón importante dentro de la estructura jazzística. Usted escucha jazz y lo primero que hace es mover el pie o la mano, signo de que el ritmo está muy presente. Como mencionaba anteriormente, ha habido importantísimos bateristas/percusionistas a lo largo y ancho de esta historia musical. Sobre todo cuando se presentan géneros de fusión con músicas caribeñas, latinas o africanas, donde hay una marcada y rica participación de la percusión. Y ni hablar al fusionarse con ritmos brasileños como la bossa nova, el samba o el forró, etc.
-¿Qué desafíos y libertades le ofrece tocar jazz comparado con otros géneros?
-La libertad de acción y expresión. La improvisación, el contrapunto, la síncopa… son desafíos a tener muy en cuenta al momento de tocar cierto tipo de jazz, y que no sea tan “cuadrado” o “a tierra”, musicalmente hablando. El free-jazz es algo muy difícil de tocar y que poca gente entiende.
-¿Tiene alguna anécdota que quiera compartir vinculada a alguna presentación de jazz?
-Cuando llegué por primera vez a Mar del Plata y fui a alquilar mi departamento, me presenté en la inmobiliaria y cuando le dije mi apellido, me preguntó qué era de Jorge Cueto (el famoso saxofonista, fundador del Quinteto de Jazz de La Plata). Le dije que era mi tío; a la semana ya estaba tocando en la “Rambla Vieja Jazz Band”. Fue increíble. Luego toqué con “La Mar del Plata Jazz Ensamble” y con el trío “Cagliostro”. Tocábamos en un pub que se llamaba “Astor”, y que fuera la casa paterna donde vivió Astor Piazzolla.