
El índice de precios de los alimentos de la FAO se ubicó en 128,3 puntos en abril de 2025, lo que representa un aumento de 1,2 puntos, es decir, un 1,0 % más que en marzo. Este repunte fue impulsado por el alza de los precios de los cereales, los productos lácteos y la carne, que contrarrestaron las caídas registradas en los aceites vegetales y el azúcar.
A pesar de este incremento mensual, el índice continúa 31,9 puntos (un 19,9 %) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022.
En términos interanuales, el índice subió 9,0 puntos, equivalente a un aumento del 7,6 % respecto a abril de 2024.
Este comportamiento refleja una recuperación parcial de los mercados agroalimentarios, en un contexto de volatilidad cambiaria y ajustes en las políticas comerciales de varios países exportadores e importadores clave.
La evolución del dólar estadounidense frente a otras divisas, como el euro, también influyó en los precios internacionales.
Mientras que los precios del azúcar y los aceites vegetales registraron bajas -con descensos de 3,5 % y 2,3 % respectivamente-, las subidas en el valor de los lácteos (2,4 %), la carne (3,2 %) y los cereales (1,2 %) explican el resultado neto al alza del índice.
Así, abril marcó un nuevo episodio de reacomodamiento de precios en los mercados globales, con distintos factores estructurales y coyunturales afectando a cada rubro alimentario.