“Compañeros y compañeras del comando unificado. A los efectos de que tengan de primera mano la información, les cuento que el presidente del Frente Amplio me convocó para hacer un mensaje conjunto con Lima y Chiriff saludando a la militancia a pesar de la derrota. Yo me he negado, porque no estoy de acuerdo en compartir una misma tribuna con quienes considero han sido los artífices de esta derrota, por la mala administración que el limismo, del cual formó parte Chiriff, llevaron al Frente Amplio a esta situación tan grave. Se los digo así, con todas las letras, porque así fue. Que lo pasen bien y un abrazo grande para todos.”
El precedente es el texto de un audio que circula en redes sociales y que marca, claramente, las enormes diferencias de Ramón Fonticiella con Andrés Lima y Gustavo Chiriff en el Frente Amplio. En el fragor post-electoral, donde el análisis de las derrotas suele eclipsar la celebración de las victorias, el ex intendente de Salto, Ramón Fonticiella, emerge como protagonista de una polémica que aviva las llamas del debate político local. Tras obtener un magro 28 % de los votos del Frente Amplio, Fonticiella ha optado por señalar al «limismo» y a Gustavo Chiriff, miembro del gobierno de Andrés Lima, como los principales responsables de su revés electoral.
AUTOCRITICA
La ausencia de una autocrítica por parte de Fonticiella ha generado sorpresa y críticas. En lugar de reflexionar sobre su propia campaña y sus posibles errores, el ex intendente ha centrado su discurso en culpar a sus “compañeros” de partido. El gobierno de Fonticiella, iniciado en 2005, dejó una huella marcada por acusaciones de nepotismo, soberbia y ataques al periodismo cuando no le gustaba lo que se decía de él. Al extremo de que su hijo, Marcelo Fonticiella, Director de Turismo de la época, “amenazó” a CAMBIO de tener una veda publicitaria de 60 meses por las críticas a la administración de su padre, hecho que la intendencia de Ramón Fonticiella cumplió. Los diferencias con Andrés Lima datan de aquella época. Un episodio particularmente recordado es su decisión de cambiar la cerradura de la sede del Partido Demócrata Cristiano (PDC), para que Andrés Lima no pudiera ingresar, ya que era percibido como una «competencia peligrosa». La controversia se intensificó cuando Fonticiella retiró la motocicleta utilizada por Lima para recorrer los barrios de la ciudad. Hoy, Fonticiella, lejos de asumir responsabilidad por su derrota, arremete contra el «limismo» y Gustavo Chiriff, cuestionando su participación en el gobierno de Lima. Este discurso ha reavivado viejas tensiones y plantea interrogantes sobre el futuro del Frente Amplio en Salto.
