jueves 29 de mayo, 2025
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Narcicismo o ego elevado: psicóloga aclara como saber diferenciar estos trastornos que afectan la convivencia

Por Melisa Ferradini.
¿Cómo es convivir con alguien que necesita constantemente ser admirado, pero muestra escasa empatía hacia los demás? El trastorno narcisista de la personalidad (TNP) va mucho más allá del ego inflado o la vanidad superficial. Es una condición psicológica compleja que afecta profundamente a quien la padece y, especialmente, a su entorno más cercano. Manipulación emocional, relaciones tóxicas, aislamiento y baja autoestima en sus allegados son algunas de las consecuencias más frecuentes. En esta entrevista con CAMBIO, abordamos el tema con el acompañamiento de la Licenciada en Psicología Gimena Cardozo, quien nos ayuda a comprender las características del trastorno, sus causas, consecuencias en distintos ámbitos de la vida, y qué herramientas pueden ayudar tanto a quienes lo padecen como a quienes se vinculan con ellos.
DIFERENCIAS
“Existen diferencias importantes entre una persona con Trastorno Narcisista de la Personalidad y una persona con un ego grande, o lo que comúnmente llamamos egocéntrico. El narcisismo es un rasgo psicológico que puede llegar a convertirse en un trastorno cuando implica una necesidad constante de admiración, un sentimiento exagerado de grandiosidad y una profunda falta de empatía”, relata. La persona narcisista suele manipular para mantener su autoimagen idealizada, y espera recibir un trato especial. En cambio, una persona con un ego grande puede tener una alta autoestima y centrarse en sí misma, pero sin llegar a manipular ni a explotar a otros, explica. No necesariamente hay una intención dañina. La diferencia principal radica en la forma en que se relacionan con los demás: el narcisista tiende a ver a las personas como herramientas para reforzar su imagen, mientras que el egocéntrico simplemente prioriza su punto de vista sin negar del todo la existencia de los otros.
CONSECUENCIAS Y DESARROLLO
Las personas narcisistas utilizan frecuentemente tácticas de control emocional, como la culpa o la manipulación, para satisfacer sus necesidades. Esto tiene un alto costo en sus vínculos cercanos. Suelen generar relaciones desequilibradas, donde sus necesidades son el centro y las del otro quedan relegadas. “Son personas críticas, que minimizan o invalidan los logros ajenos y muestran poca empatía. Esto puede provocar en quienes los rodean síntomas de ansiedad, tristeza, disminución de la autoestima y, en casos más complejos, dependencia emocional.”, detalla. Además, sus reacciones agresivas ante la crítica dificultan el diálogo y pueden generar un ambiente tóxico, tanto en relaciones de pareja como en amistades o vínculos laborales. El Trastorno Narcisista de la Personalidad se desarrolla a partir de una combinación de factores genéticos, biológicos y, sobre todo, ambientales. En la infancia, ciertos estilos de crianza pueden favorecer su aparición. Por ejemplo, un niño que es sobrevalorado constantemente, al que no se le ponen límites reales, puede crecer creyendo que merece un trato especial.
TERAPIAS Y RECOMENDACIONES
“El tratamiento más utilizado para el TNP es la psicoterapia, especialmente la psicoterapia psicodinámica y la terapia cognitivo-conductual. En el espacio terapéutico trabajamos la identificación y regulación de emociones, el desarrollo de empatía, la aceptación de críticas sin reacciones extremas y la construcción de relaciones más saludables”, enfatiza.