
Por Cary de los Santos Guibert.
El Río Uruguay alberga dos especies de esponjas de agua dulce únicas en el mundo: Uruguaya coralloides y Uruguay repens. Su nombre rinde homenaje al río que las vio nacer, donde son exclusivas. El profesor Barattini, en su obra «La fauna del Río Uruguay», enfatiza la singularidad de estas especies: «En ninguna parte del mundo existe [este género], y el género más próximo por sus caracteres se encuentra en el Río Congo, lo que explica indudablemente una antigua relación entre estas dos arterias fluviales». Esta afirmación sugiere una conexión biogeográfica fascinante entre continentes distantes.
CARACTERÍSTICAS
-Uruguaya coralloides: Su estructura se asemeja a la de los corales, con tramas soldadas entre sí, de ahí su nombre.
-Uruguay repens: Se extiende como un manto delgado y uniforme sobre piedras, troncos y cualquier objeto sumergido, creando fondos de continuidad. Sus esclerobastos desarrollan curiosas espículas silíceas. El profesor Barattini explica que estas espículas «se amontonan aglutinándose entre sí con sustancia córnea; esta estructura les da una consistencia similar a las tobas volcánicas». Dada la uniformidad y pequeñez de estas partículas de sílice, es fácil comprender el impacto que pueden tener en el lecho del río a lo largo del tiempo. Al tratarse de un organismo vivo que se extiende sobre depósitos móviles como guijarros o gravas, las fija, revelando dos aspectos importantes: la evolución natural del lecho del río y la posibilidad de la intervención humana para orientar la dinámica de las aguas y, por ende, el futuro del río.
LA BÚSQUEDA SUBACUÁTICA
En la década de 1970, era común encontrar esponjas uruguayas a lo largo de la costa del Río Uruguay, especialmente cuando el nivel del agua bajaba. Aparecían sobre las formaciones basálticas de los saltos de agua: Salto Chico y Salto Grande (este último hoy cubierto por el embalse de la Represa Hidroeléctrica de Salto Grande). En aquel entonces, la gente solía recolectar los esqueletos de Uruguaya coralloides debido a su forma de arbusto ramificado, ideal para exhibirla como elemento decorativo en los hogares. Sin embargo, el ecosistema del río Uruguay comenzó a transformarse con la construcción de la represa. Los saltos de agua de Salto Grande desaparecieron, y los esqueletos de las esponjas dejaron de aparecer en las rocas de los rápidos de Salto Chico, pero logró ser redescubierta tras una búsqueda bajo agua en los 90.