La garrapata no es invencible: «hay que conocerla para ganarle»

El médico veterinario y cabañero, del departamento de Rivera, Dr. Marcelo Mendonça advirtió que el mayor problema de situación de la garrapata es mayormente por desconocimiento del ciclo de la garrapata y la utilización de los distintos principios activos para su control.
«El 80% de los problemas con la garrapata no son por resistencia ni por fallas del producto, sino por mal uso y desconocimiento», afirmó. Según expresó, a diario, observa cómo muchos productores continúan aplicando tratamientos sin comprender el ciclo biológico del parásito. La clave, insiste, es la planificación rigurosa: anotar cada aplicación, en qué lote se realizó y, sobre todo, repetir el tratamiento en tiempos estratégicos. «El calendario es el arma más efectiva: un simple almanaque puede hacer la diferencia.»
Mendonça recordó que lo que se ve en el animal es apenas la punta del iceberg. «Lo que vemos arriba de una vaca es solo el 5% de la garrapata que hay en el ambiente. Si vemos cinco en el animal, hay noventa y cinco más en el campo.» Por eso, aplicar un producto hoy no elimina el problema mañana. Las larvas que están en el entorno seguirán subiendo y completando su ciclo si no se las combate a tiempo.
El profesional sugirió realizar tres tratamientos espaciados cada 15 días. «Con eso, matamos las larvas antes de que sean adultas y pongan huevos. No sé si se termina con el problema, pero seguro se le da un golpe fuerte», sostuvo.
Pero no todo depende del producto ni del calendario. Hay factores estructurales que complican aún más el escenario. Los campos con forestación actúan como refugio de invierno para las garrapatas. «La forestación funciona como un galpón. Ahí las garrapatas pasan el invierno escondidas y vuelven a la carga en agosto», describió. Por eso, recomienda actuar ahora, durante el invierno, para reducir al máximo las poblaciones que logren sobrevivir.
La falta de instalaciones adecuadas para el tratamiento es otro obstáculo frecuente. «Hay predios donde ya no quedan baños ni mangas, o el ganado se dispersa por alambrados rotos. Un solo animal sin tratar es un reservorio», alertó. Y remató con una cifra que ilustra el riesgo: «Cada garrapata puede poner entre 2.000 y 3.000 huevos. Si un solo animal queda sin tratar, en poco tiempo puede reinfectar todo el campo.»
Mendonça no niega la utilidad de los productos modernos, ni subestima la complejidad del problema, pero insiste en un principio básico: «Hay que conocer a la garrapata para ganarle. Y eso empieza por el manejo, no por la etiqueta del frasco.»