martes 15 de julio, 2025
  • 8 am

Cómo la Udelar está cambiando el mapa de la educación en Uruguay

Avisos judiaciales

La Universidad de la República (Udelar) elaboró su Plan Estratégico de Desarrollo y propuesta al país 2025–2029, con el objetivo de construir una mejor Universidad al servicio del Uruguay por venir. En este marco, Rodney Colina, presidente de la Comisión Coordinadora del Interior (CCI) de la Udelar y docente radicado en la sede Salto del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte, explicó los desafíos presupuestales, políticos y estratégicos que enfrenta la institución en relación al proceso de descentralización universitaria. En la primera parte de la entrevista, aborda las fortalezas y dificultades de la Udelar en relación a los Centros Universitarios Regionales.
CRECIMIENTO
Un primer hito muy relevante fue la creación del Cenur del Noreste en agosto de 2019, con un CDC (Consejo Directivo Central) en Rivera, a partir del que se comenzó a trabajar con una gobernanza y objetivos de desarrollo de carácter regional. El segundo fue la consolidación de los departamentos académicos en el CURE (Centro Universitario Regional del Este) y en el Cenur del Litoral Norte, que implicó la transferencia permanente de la mayoría de los cargos y sus fondos, creados en el marco del programa PDU (Polos de Desarrollo Universitario), a los cenures. El tercer hito fue la transferencia permanente de más de 500 cargos y sus respectivos fondos para su consolidación en los tres cenures, correspondientes al programa de carreras CCI. El siguiente logro importante fue, en el ámbito de la creación del Cenur del Noreste, la reciente creación de la Unidad Ejecutora, para la cual dispusimos de importantes montos.

El quinto hito, fueron los dos llamados a fortalecimiento de carreras y carreras nuevas, realizados por la CCI en 2021 y 2023, que permitieron la creación de prácticamente 100 cargos docentes de alta dedicación, radicados en los tres cenures. Muchas carreras que tenían severos problemas de funcionamiento se están fortaleciendo y consolidando, y otras fueron completadas. En el Cenur Noreste se fortalecieron las carreras de Enfermería, Ingeniería Forestal y Educación Física, y se crearon las carreras de Economía Agrícola y Gestión de Agronegocios, Sistemas Integrados de Producción Agropecuaria y Tecnólogo en Producción Equina. También se comenzó con el primer tramo de la carrera en Computación. En el Cenur del Litoral Norte se completó la carrera de Medicina junto al desarrollo del CIO (Ciclo Inicial Optativo) de la Salud y se fortalecieron las carreras de Veterinaria, Psicología, Abogacía y Escribanía. También se crearon las carreras de Analista y Licenciatura en Computación. En el CURE se fortalecieron las carreras de Gestión Ambiental, el Tecnólogo en Administración y Contabilidad, la Licenciatura en Enfermería, la de Turismo y los CIOs.

Otro hecho de gran importancia fue la evaluación académica del programa PDU, programa altamente costoso que permitió la radicación de 54 grupos de alta dedicación en los cenures, con cerca de 300 cargos creados y cuyos docentes ya están radicados desde hace más de una década. El programa PDU logró una alta inserción y generó capacidades regionales.

También fue muy relevante la creación de la primera comisión intercenures de Violencia, Acoso y Discriminación a partir de la creación de cargos radicados, los cuales ya están comenzando a funcionar.

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También destinamos fondos importantes para el fortalecimiento de la red de informática del interior en los tres cenures, debido al aumento de las actividades virtuales. Generamos un programa para eventos académicos en el interior hace dos años que viene siendo un éxito. Son una serie de componentes que hemos hecho desde la CCI.

Otro hito de desarrollo muy importante lo constituyó la donación de un amplio predio estratégicamente ubicado en el centro de la ciudad de Paysandú por parte de dicha Intendencia y la posterior aprobación de fondos provenientes de la Udelar, la Intendencia de Paysandú y Corporación Andina de Fomento para una obra emblemática cercana a los 10 mil metros cuadrados que se está construyendo en estos momentos y que permitirá generar aulas de primera generación para la enseñanza de grado y posgrado, así como para mejorar las capacidades de investigación mediante laboratorios modernamente equipados, y oficinas para funcionarios y docentes, así como espacios de encuentro para la vida universitaria y la sociedad toda.

A su vez, hace dos meses, se inauguró el nuevo Policlínico Veterinario en la ciudad de Salto, trascendente por su impacto en la formación de recursos humanos y la generación de capacidades asistenciales previamente inexistentes en el Litoral del país. Se hizo principalmente con fondos de la CCI, a partir de la donación de un predio por la Intendencia, que está estratégicamente ubicado.

En la ciudad de Rivera se finalizó recientemente la construcción de un edificio en el predio interinstitucional del Polo de Educación Superior Pública de Rivera, que cuenta con modernos laboratorios, aulas y oficinas, permitiendo de esa manera la radicación de todas las actividades universitarias en dicho espacio. Recientemente hemos reservado fondos para la construcción de nuevos y muy necesarios edificios en Maldonado y Salto.

Finalmente, comenzamos a trabajar a partir del año 2023 en la creación del futuro Cenur de la Región Suroeste, constituido por los departamentos de Colonia y Soriano. En ese sentido, desde la CCI y con fondos obtenidos en la Rendición de Cuentas del año 2023, lanzamos un llamado abierto y competitivo en términos de pertinencia estratégica regional, calidad académica y radicación docente, para la instalación de las primeras carreras en esa región, y fue así que en marzo de éste año comenzaron tres carreras en Colonia: Analista en Computación, Tecnicatura en Administración, Tecnicatura en Bienes Culturales; y en Soriano la carrera de Tecnicatura en Administración, con una matrícula de estudiantes inscriptos en la primera generación cercana a los 500 en la región. A su vez, aprobamos recientemente una nueva carrera, Profesionalización de Enfermería, a instrumentarse a partir del próximo año en Colonia y Soriano. Finalmente, continuamos trabajando en la concreción de la donación de importantes predios por parte de ambas intendencias para la Udelar, a fin de poder construir allí futuros edificios que nos permitan desarrollar al máximo nuestras capacidades de enseñanza, investigación y extensión.

En suma, pudimos avanzar de manera muy importante a partir de fondos magros pero importantes. Logramos con el exrector Rodrigo Arim, los gremios y el cogobierno universitario, revertir un cero presupuestal y poder continuar profundizando el proceso de descentralización. Es relevante mencionar que diputados e intendentes de todas las fuerzas políticas en el interior y también de Montevideo, apoyan el desarrollo de la Udelar en el territorio y ven con mucho interés el impacto que dicho proceso está logrando en las distintas ciudades y regiones. Estos fondos nos permitieron avanzar en todos los hitos.

Hoy en día la cantidad de estudiantes de la Universidad que está en los Centros Regionales representa el 17%. ¿Qué desafíos implica el aumento de la matrícula en el interior?

En 2008 y 2009, los 2.000 y poquitos estudiantes que estaban registrados eran principalmente del litoral del país, de Salto y Paysandú. Hoy estamos hablando de un número que supera los 25.000 estudiantes realizando alguna carrera de la Udelar en el interior del país. Están ingresando en torno a 5.000 estudiantes nuevos por año. Pasamos de un mundo en que habían un puñado de ofertas, menos de 10, a más de 90 ofertas en el interior. Y eso amplió las posibilidades porque antes, los que no podían ir a Montevideo, estudiaban lo que había. Ahora existe la opción de elegir y eso no es un tema menor.

El desafío principal, desde mi punto de vista, es retener al estudiante en el sistema educativo terciario. El 70% aproximadamente son primera generación en la historia de su familia en la Universidad, a veces vienen de hogares con situaciones económicas muy deprimidas. Es necesario poder hacer que los 21.000 estudiantes que ingresan cada año a la Universidad de la República egresen. Es casi una utopía porque no se da en ningún lugar del mundo.

Es importante trabajar con Inclusión y Bienestar Universitario en un sistema de becas robusto. El tema de la desvinculación es un tema de toda la Udelar. En el interior tendríamos condiciones para generar un sistema de becas de comedores o para solventar que la persona pague un alquiler. Más de la mitad de los chiquilines que están en las sedes universitarias en el interior no son de esa ciudad.

Parte de la deserción se debe a cuestiones de diferencia de nivel sustantivas en los chiquilines que egresan en enseñanza media y el nivel que la Universidad les impone al ingreso. Se está trabajando en eso, hay que trabajar con la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) en enseñanza media. Hay que trabajar interinstitucionalmente a través de cursos propedéuticos, a través de mecanismos de generación de vasos comunicantes entre enseñanza media y la Universidad.

La Universidad ha tenido un aumento sostenido de estudiantes que son primera generación universitaria. ¿Cómo influye el proceso de descentralización en ese avance?

El proceso de descentralización, no es únicamente de la Udelar, involucra otras instituciones muy importantes, si bien creo que la Udelar ha sido uno de los factores más relevantes en los últimos años. Los chiquilines te dicen que no hubieran estudiado tal carrera si no fuera por la cercanía de contar con la oferta, o porque está en el interior. El proceso de descentralización de la Udelar se ha constituido, desde mi punto de vista, y conjuntamente con el desarrollo de otras instituciones educativas como los Institutos y Centros de Formación en Educación -previamente creados-, UTEC (Universidad Tecnológica) -mucho más reciente-, y la formidable diversificación formativa de la UTU en el interior del país, en un hito de expansión de la oferta educativa sin precedentes en el Uruguay. Estos procesos han contribuido a la verdadera democratización de la enseñanza técnica, profesional y universitaria en prácticamente todo el interior del país. Se ha ido generando un cambio sustantivo a nivel social y cultural, que está revirtiendo lentamente algo que era normal en el Uruguay; muchos de los jóvenes que queríamos continuar estudiando teníamos que emigrar a la capital del país y una gran parte de ellos no regresaba. Ahora, muchos se siguen yendo y es natural que esto ocurra, sin embargo, muchos otros están optando por ir a aquel lugar en el interior donde está la oferta educativa que desean realizar. Y luego de formarse muchos se quedan en el interior, se está dando también que algunos vienen desde Montevideo y zonas cercanas a estudiar al interior del país.

Hoy la Universidad ofrece carreras que se dictan únicamente en los Centros Regionales, que atienden particularidades de la región. ¿Cómo dialogan con las necesidades del territorio?

En el CURE, por ejemplo, se desarrolla la Licenciatura en Gestión Ambiental que es una carrera que no existe en Montevideo. Dialoga muchísimo con problemáticas actuales de gran relevancia en la región, el país y el mundo. En el Litoral tenés la Licenciatura en Recursos Hídricos y Riego, por ejemplo. Una carrera importante y necesaria, que especializa al estudiante en el uso del recurso hídrico en un nuevo concepto. En el Noreste está el Tecnólogo en Producción Equina conjuntamente con UTU, que trabaja aspectos de bienestar animal, y gestión e innovación en emprendimientos ecuestres. También la carrera de Ingeniería Forestal. Hay muchas otras carreras muy importantes e interesantes, se pueden consultar en cada Cenur. Muchas se lograron a partir de la conjunción de esfuerzos de más de una facultad.

Si el estudiante quiere formarse en esos temas tiene que irse al lugar donde se dicta la carrera. Genera la migración reversa, gente que incluso está y vive en Montevideo, se está yendo al interior. Y creo que eso es una buena señal de que estamos construyendo carreras y no solamente duplicando.

La carrera completa de Medicina en el Litoral nace de un estudio que demuestra que de Río Negro para el Norte hay un déficit de médicos, enfermeros y especialidades, que repercute en la salud de la gente y en la calidad del sistema de atención en salud, tanto a nivel público como privado. La duplicación de la oferta educativa, a veces es una buena cosa, pero hay que ver en qué. La hiper diversificación llega a un punto que tiene sus límites, que se transforma en un problema por varios motivos, escasez de recursos humanos formados en alto nivel académico y de recursos para radicar docentes, entre otras cosas. Entiendo que debemos consolidar las ofertas. Apuntar a fortalecer los colectivos docentes radicados, y al mismo tiempo, profundizar y desarrollar las oportunidades y capacidades de formación a nivel de posgrado en el interior, ya sea realizando los posgrados en el interior, en Montevideo o en el exterior del país.

En suma, el desafío central de mediano y largo plazo es consolidar grupos académicos de alta calidad académica en el interior. La Ley Orgánica nos enmarca en tres funciones básicas: la enseñanza, la investigación y la extensión, y ahora se une también la gestión. No es posible sostener esa diversidad de ofertas con cargos interinos que tienen cargas horarias bajas. Ya el Estatuto(del Personal Docente) da un claro lineamiento al respecto. Es importante generar referentes académicos de cada carrera en áreas temáticas concretas.

El desarrollo de la Udelar es expansivo. Estamos todos súper contentos, pero se nos puede caer en poco tiempo. Si no generamos mecanismos para que la gente se forme a nivel de posgrado y que se generen núcleos docentes fuertes, esto se nos cae. Hay que generar oportunidades para que los docentes puedan seguir formándose a nivel de posgrado y generar oportunidades de ascenso para aquellos docentes que se formen a nivel de posgrado.

 

Hoy la Udelar tiene más de 1.100 docentes radicados en el interior. ¿Cómo fue la conformación de ese cuerpo docente?

A fines de los años 50 empezaron los primeros cursos de Derecho en Salto. También estaban las Estaciones Experimentales de Agronomía. Luego fueron ingresando más estudiantes, se sostuvieron los cursos en el hombro de docentes, que la verdad han sido y son héroes. Viajaban de Montevideo a Salto, de Montevideo a Paysandú, incluso a costo propio y de manera honoraria. No se puede sostener una educación de calidad razonable en esas condiciones. Cuando el docente se radica y empieza a interaccionar con la sociedad, la cultura y la población universitaria se generan otros vínculos, que estimulan a la generación de nuevos desafíos académicos.

La radicación docente se llevó adelante mediante distintos programas y fue muy fuertemente impulsada desde el año 2010, desde el rectorado del profesor Rodrigo Arocena. Se realizaron programas de radicación docente mediante programas de la CCI. Los cenures tienen la particularidad de que han ido generando actividades educativas, de investigación y extensión entre docentes que muchas veces tienen formaciones muy distintas. La convergencia de saberes genera una interacción muy distinta, enriquecedora y promotora de otros nuevos desafíos. Creo que estas interfaces se dan cuando empieza a haber una masa crítica docente, con niveles de formación distintos, formados en distintas áreas del conocimiento. En el caso del interior tienen la particularidad de que están en un ámbito de campus, que genera sinergias e interacciones que no se dan a veces en los servicios en Montevideo, donde hay facultades separadas en el territorio del departamento.

Los proyectos de investigación, los I+D CSIC (Comisión Sectorial de Investigación Científica), los proyectos de la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación) y otros que se han generado desde el interior tienen mucho que ver con la interacción de redes locales y regionales. Está muy bueno como aporte al desarrollo del interior del país.

Anteriormente mencionabas la necesidad de generar mayor oferta de posgrado para favorecer la radicación de docentes. ¿Cuáles son los aspectos que deben atenderse para poder consolidarlo?

Hay un aspecto que es claramente presupuestal y otro político. No me preocupa tanto el presupuestal, sino el político. En la medida que vos radicas docentes con doctorados finalizados, estos pueden tutorear gente en el interior a nivel de posgrados. Formar más docentes a nivel de maestrías y doctorados. El tema es qué tan flexible es el programa de posgrado al cual se anota el estudiante. La CAP (Comisión Académica de Posgrado), tiene más de 100 ofertas de posgrado, y son casi todas montevideanas. Tenemos que pensar en que la CAP se descentralice en serio. Eso implica generar plataformas virtuales, mecanismos para que los estudiantes de posgrado, que muchos son docentes, no siempre tengan que viajar, que tengan acceso a laboratorios u otras instalaciones educativas en el interior, duplicar algún posgrado en los cenures. El gran desafío que tenemos hoy en día en el desarrollo del interior es generar mecanismos de formación de posgrado de una manera muy agresiva, no importa si es en los cenures, en Montevideo o en el exterior, el tema es ir en esa dirección y generar las condiciones adecuadas a los docentes para que puedan realmente hacer la carrera docente.

Hay muchos estudiantes de los últimos años de las carreras que se interesan en la vida académica o que pueden querer formarse para insertarse mejor en el mundo privado. Y tenemos que darle los mecanismos para que lo hagan en posgrados académicos, de maestría, para formar a gente en el mundo de la investigación en las tres áreas de conocimiento. También en especialidades, que no están allá (en el interior). Es un desafío institucional.

¿Cuáles serían los desafíos para el funcionariado técnico, administrativo y de servicio (TAS)?

Hay que generar un mecanismo de formación continua, que permita adaptarse a un sistema de trabajo que muchas veces no es exactamente igual al de un servicio en Montevideo. Por ejemplo, una bedelía en Salto que inscribe a 60 carreras, interacciona con muchísimas bedelías.

Los cenures son como mini universidades. A veces desde Montevideo hay gente que se da cuenta y gente que no. Todos los problemas que están en cada uno de los servicios en Montevideo, se replican por diez en el interior. El funcionariado TAS que necesitamos en el interior tiene que estar igual o mucho más formado y coordinado que el de un servicio de Montevideo. Tenemos el enorme apoyo de los funcionarios de la CCI, gente con una experiencia enorme, pero ahora los cenures ya funcionan solos. Hay que ver la eficiencia en la gestión, no es solo un tema de más cargos.

Tiene que haber un pienso fuerte a través de las bipartitas, de acuerdos, sobre en qué áreas es necesario incorporar más funcionarios. En eso hemos tenido visiones distintas y otras confluyentes, en que no solamente ingresando funcionarios en portería vas a funcionar mejor. Necesitas funcionarios en otras áreas clave para el funcionamiento de la vida universitaria. Todavía estamos en cierto déficit, es cierto.

La Udelar en el último tiempo ha impulsado una importante expansión de su infraestructura en el interior. Actualmente hay más de 90.000 metros cuadrados construidos. Esos espacios incluyen laboratorios, gimnasios, un reciente hospital veterinario, entre otros. ¿Qué implica para el país que la Universidad continúe fortaleciendo su presencia territorial con infraestructura de primera calidad?

Tiene un impacto directo en la calidad de formación de los estudiantes. ¿Cómo formamos biólogos o bioquímicos o biotecnólogos, médicos, enfermeros, sociólogos, psicólogos, fisioterapeutas y laboratoristas si no tenemos los espacios y tecnologías para formarlos? Haber trabajado y seguir trabajando en infraestructura tecnológica de avanzada muy actualizada y de cara al futuro es fundamental. No existe la formación terciaria sin ámbitos de formación con la tecnología adecuada, en todas las áreas. Apuntar a eso es apuntar al desarrollo.

¿Cuáles son los principales aportes que hace la Universidad a los territorios en los que tiene presencia y cómo se vincula con otras instituciones?

El principal aporte que está realizando la Udelar es la de generar una diversificación de la oferta educativa a nivel de carreras de grado en tres regiones del interior del país, litoral norte, noreste y este. Estamos comenzando en la región suroeste y aún nos falta comenzar en la región centro-sur para completar las 5 regiones establecidas en el plan estratégico institucional. El proceso de descentralización de la Udelar no sigue una lógica departamental sino de carácter regional. Es por eso que hablamos de Centros Universitarios Regionales, que cuentan con sedes y casas universitarias. Este aporte va en la dirección de democratizar el acceso a la enseñanza universitaria terciaria en todo el territorio nacional.

La Udelar por ejemplo, en Maldonado, no forma recursos humanos para Maldonado, los forma para el país. De los estudiantes que van a ese Centro Regional a formarse, más de la mitad no son de ahí. Luego muchos se quedan y muchos se van. Lo mismo ocurre en Rocha, y en los otros dos cenures. Tiene que haber derrame regional y nacional, es decir recursos humanos que se forman en un lugar pero luego migran a otro, o no, lo importante es que se inserten laboralmente o emprendan nuevos desafíos.

De la enseñanza terciaria egresa un tercio, más o menos. Uruguay tiene hoy en día el gran desafío de generar condiciones para que haya más profesionales universitarios en todas las áreas. Es un objetivo país.

La Udelar aporta a la descentralización, junto con la UTEC, los Institutos y Centros de Formación en Educación y la UTU. Pero creo que aún falta mucho para trabajar en cuanto a la construcción de un sistema terciario de educación pública que vincule la interinstitucionalidad del sistema de enseñanza terciaria pública. Es un aspecto importante a trabajar que lo escucho desde que soy estudiante, pero lo veo mucho en el discurso y muy poco en los hechos. Y lo digo desde el lugar que estoy.

No hemos logrado generar niveles de vinculación fuertes con la UTEC, y no es por falta de iniciativa. Falta mucho por concretar, en decir «vamos a hacer una línea programática de trabajo para Rivera o Paysandú, donde está la UTEC y la Udelar». Creo que eso es algo que hay que trabajarlo y hay condiciones para hacerlo. Lo otro es qué le aporta la Udelar a la sociedad. Y yo creo que le aporta muchísimo, porque no solamente se trata de que los chiquilines vayan a tomar clases y egresar un día e irse a las empresas o donde sea. La Udelar pretende ser mucho más que eso. Dinamiza actividades culturales, actividades a nivel de extensión en el territorio mismo, al traer al lugar especialistas y referentes que dan charlas sobre determinados temas. Especializa al trabajar temas que son problemáticos en esa zona, incluso a través de proyectos de investigación que involucran actores sociales. La dimensión del desarrollo de la Universidad en el territorio es muy importante.

En Salto está el CeRP (Centro Regional de Profesores) del Litoral, que tiene un programa que se llama Tutorías de Pasantías. Son estudiantes que están haciendo el último año del profesorado y hacen pasantías en los laboratorios de la Udelar para entender y trabajar cómo funciona la investigación. Eso genera un vínculo entre ambas instituciones muy importante. Lo mismo debería ser al revés. Los docentes universitarios no tenemos formación en didáctica. Lamentablemente la reforma del gobierno saliente quitó las Tutorías, pero se está trabajando ahora para que vuelvan a existir.

En la siguiente parte de la entrevista (leer aquí), Colina comparte su mirada sobre el desarrollo de la Udelar en la Región Suroeste, que abarca los departamentos de Colonia y Soriano, y se refiere también a los proyecciones para fortalecer la presencia universitaria en la zona centro-sur del país. Además, reflexiona sobre los desafíos vinculados a la participación y la gobernanza universitaria en el marco del funcionamiento de los Centros Universitarios Regionales.

Fuente: Universidad de la Republica ( https://udelar.edu.uy/portal/ )