sábado 2 de agosto, 2025
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Crisis comercial ahora golpea a Concordia tras caída del consumo y la marcada disminución del cruce de salteños

La ciudad de Concordia, atraviesa una de las etapas más difíciles de los últimos años en términos económicos. El deterioro del consumo interno, sumado a la abrupta caída del flujo comercial con Salto, ha puesto en alerta a comerciantes y representantes del sector privado, quienes exigen respuestas concretas y urgentes para evitar un colapso aún mayor. La situación crítica fue descripta recientemente por Adrián Lampazzi, presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, quien advirtió que si bien algunos indicadores macroeconómicos nacionales muestran signos de estabilidad, esta percepción no se traslada al día a día de los comerciantes.
CAÍDA DE URUGUAYOS
Esta percepción coincide con lo que sucede en muchos puntos del país, pero en Concordia la situación se agrava por su condición fronteriza. El ingreso de clientes uruguayos, históricamente vital para sostener rubros como la gastronomía, los hipermercados o los pequeños negocios familiares, ha caído de forma estrepitosa. Esta situación obliga a los comercios a aplicar estrategias de supervivencia: reducir márgenes, optimizar costos y apostar a la creatividad para atraer al consumidor que, muchas veces, solo entra al local a mirar precios. Uno de los factores que agrava esta situación es la disminución del flujo de compradores uruguayos que cruzaban el puente para adquirir productos más baratos del lado argentino.
ESTANCAMIENTO
Según datos del Centro de Comercio de Concordia, aproximadamente el 70 % de los negocios de la ciudad ya no tiene ningún vínculo con clientes de Salto y solo un 20 % mantiene alguna relación comercial, y con un volumen muy reducido. Esto representa un cambio estructural en la economía regional. La dependencia del comercio binacional quedó en evidencia y expone la necesidad urgente de una política de integración fronteriza sostenida y efectiva. La relación entre Concordia y Salto atraviesa un momento de estancamiento. Las trabas burocráticas, el mal estado de los caminos y la falta de políticas binacionales activas obstaculizan la posibilidad de un intercambio fluido y beneficioso para ambas orillas del río Uruguay. Las dificultades para el paso de personas y mercancías se han vuelto una constante, y la frustración se acrecienta ante la falta de iniciativas que promuevan la colaboración entre ambas ciudades.
PROYECTO CONJUNTO
Desde Concordia, los empresarios del sector comercial reclaman una mayor presencia del Estado y, sobre todo, decisiones que tomen en cuenta la realidad de las ciudades fronterizas. En ese sentido, se está impulsando un proyecto conjunto con el Centro Comercial de Salto para promover una ley de fronteras, que otorgue beneficios y estabilidad frente a los vaivenes económicos. La idea de una “hermandad entre pueblos” ha sido utilizada históricamente como bandera diplomática entre Argentina y Uruguay. Sin embargo, para muchos comerciantes de Concordia, esta frase se ha vuelto un eslogan vacío.