
Por Andrés Torterola
En entrevista concedida a CAMBIO, el Comisionado Parlamentario, Juan Miguel Petit, explicó que su visita a la ciudad de Salto tuvo como objetivo la presentación del último informe especial sobre madres privadas de libertad con hijos a su cargo. En este informe se destaca que el sistema de reinserción social de personas sometidas a sanciones penales se sostiene sobre tres pilares fundamentales, aunque comúnmente solo se visualice uno: la cárcel.
PROCESO
Petit señaló que al delito le sigue una sanción penal, que puede materializarse en la privación de libertad, pero que existen dos pilares igualmente relevantes. El primero son las penas alternativas, que, aunque no implican reclusión, constituyen también sanciones penales e imponen restricciones a la libertad u otras medidas de seguridad. El segundo es el seguimiento postpenitenciario, que consiste en brindar asistencia y acompañamiento a las personas liberadas, con el fin de orientarlas en su proceso de reinserción social.
ENFOQUE HUMANO
En el marco de estos tres pilares, resultan fundamentales las redes comunitarias, las políticas sociales, los dispositivos de contención y los servicios de asistencia social. Estos recursos son esenciales para cualquier ciudadano, pero cobran aún mayor importancia para aquellas personas que estuvieron privadas de libertad, que se vieron desconectadas de sus entornos, familias y vínculos sociales, y cuyo aislamiento fue, en muchos casos, parte del proceso que las condujo al delito. Fortalecer la comunidad y sus redes no solo es una herramienta de apoyo, sino también una vía imprescindible para abrir caminos hacia la integración y la verdadera reinserción social. Explicó que el proceso de humanización de las mujeres privadas de libertad es continuo y nunca se da por terminado. La cárcel, desde su origen, fue concebida con la intención de ser reformada. Como tantos otros dispositivos creados por el ser humano, con el tiempo se comprendió que era necesario dotarla de un enfoque más humano. En la actualidad, existen diversos mecanismos de sanción penal, y la prisión es solo uno de ellos.
TRABAJO INTENSO
Petit destacó que es la primera vez que se presenta un informe especial en el interior del país y subrayó que Salto cuenta con una red social muy sólida, integrada por diversos servicios. Señaló que siempre es necesario aportar innovación y generar nuevas herramientas que amplíen las posibilidades de intervención, y que el informe presentado apunta precisamente en esa dirección. Respecto a la Unidad de Personas Privadas de Libertad de Salto, Petit resaltó que, a pesar de funcionar en un edificio muy antiguo y con múltiples problemas estructurales, ha alcanzado importantes logros. Esto ha sido posible gracias al compromiso y al trabajo sostenido del equipo. La unidad cuenta con aulas, talleres, espacios de expresión artística y áreas de cultivo. Se trabaja intensamente con las mujeres privadas de libertad, y se han implementado mecanismos que permiten que algunas de ellas puedan compartir a sus hijos con familiares y el resto del tiempo con ellas en la unidad, promoviendo así una dinámica de vínculo y contención familiar.
DATOS EN SALTO
De acuerdo al informe actualmente en el INR de Salto hay 76 mujeres recluidas que tienen 16 menores a cargo.