En una tarde pasada por agua en el estadio Ernesto Dickinson, Polancos de Nueva Palmira dio el primer golpe en las semifinales de la Divisional B de OFI al imponerse por 2 a 1 ante Gladiador, en un partido condicionado por un campo de juego muy afectado por la lluvia.
El equipo salteño, dirigido por Rony Costa, buscó desde el inicio hacer valer su estilo ofensivo, apostando a la velocidad por las bandas. Martínez generó las acciones más peligrosas, pero sus desbordes no encontraron buena definición frente al arco rival.
Polancos, en tanto, se plantó con inteligencia. Resistió los primeros minutos y luego comenzó a inquietar. Primero avisó con un tiro libre bien contenido por Sánchez. A los 34 minutos, llegó el premio: tras un córner, se cumplió la clásica regla no escrita del fútbol: dos cabezazos en el área, gol asegurado. El primero lo conectó un zaguero palmirense y por el segundo palo apareció Gay, que empujó el balón al fondo del arco para poner el 1-0 parcial.
En el complemento, Costa apostó por los cambios y el ingreso de Gastón Elías dio frutos. A los 62’, tras un entrevero en el área generado por el mal estado del campo, el recién ingresado aprovechó y empujó el balón para marcar el empate, haciendo estallar a la fiel parcialidad de Barrio Artigas que, a pesar del clima, acompañó al equipo.
Pero cuando todo parecía terminar en empate, llegó el balde de agua fría. A los 89 minutos, José Torres ejecutó un tiro de esquina cerrado que sorprendió a Sánchez en el primer palo: gol olímpico y 2-1 final para Polancos, que celebró con su numeroso grupo de hinchas que viajó desde Nueva Palmira.
Ahora, Gladiador está obligado a ganar como visitante si quiere acceder a la gran final de la copa.
Álvaro Flores
Foto: Matías Batista es presionado por Marcos Zubizarreta. Una excelente imagen que muestra el rol del agua en el partido. Foto: Álvaro Jorge.
